sábado, 18 de agosto de 2007

El niño y los niños

Los niños con corazón rojiblanco, corazón atlético para no confundir con los colores del Liverpool, son los que peor lo están pasando con la marcha de Fernando Torres del Atlético de Madrid.

Me comentaba un compañero de trabajo, que donde se sienta él habitualmente en el Vicente Calderón, hay un padre que lleva a su hijo a todos los partidos, y cuando se lesionó Torres, su hijo lloraba. No quiero ni pensar lo que estará pasando el chaval desde que su ídolo se fue, y no le verá más en el feudo colchonero.

Sé lo que pasa por las mentes de los más jóvenes aficionados. Yo lo viví en su momento cuando se retiró José Eulogio Gárate, uno de los mejores jugadores de la historia. Tenía mi equipo de chapas con los Reina, Marcelino, Alberto, Eusebio, Benegas, Becerra, Ayala, Adelardo, Irureta, Gárate... un equipazo. Y llega un momento en que ese grupo empieza a desgranarse. Becerra muere en accidente de tráfico, Irureta se va al athletic de Bilbao, Gárate se retira por un hongo en una rodilla... Todo eso se vive con tristeza. El momento de cambiar el papelito que iba dentro de la chapa (muchos jóvenes que me lean no sabrán ni a qué me refiero) era muy triste.

En el seno de la familia rojiblanca está pasando eso. La gente está muy triste y resignada con el abandono de Torres. Los motivos de la marcha de 'El Niño' ya se han comentado y comentarán en este blog. Pero vamos a centrarnos en el tema de este post, en que los niños han conocido en los últimos años a un único ídolo, y ya no está. Muchos preguntaban a sus padres "Papá, ¿es verdad que se va Torres?" Y los padres, durante muchos meses han tenido que decir a sus hijos que Fernando no se iba, para no entristecerles. Luego ha llegado el momento duro. "Papá, me han dicho en el cole unos niños del Madrid, riéndose, que se va Torres. ¿es verdad?" "¿Qué le digo yo a mi hijo ahora...?"-se decían los padres.

Y el caso es que la mayoría de los aficionados atléticos le desean suerte a Fernando, le siguen por televisión, visten su camiseta... todo eso quiere decir que no le reprochan nada. Hace pocos días Telemadrid dio un documental de las entrañas de los estadios, y en un momento hablaban con una señora ya entrada en años que trabaja en el Calderón, donde se planchan las camisetas de los jugadores. Tenía la mujer una foto de Fernando pegada en la pared, rodeada de vírgenes. Decía: "Ojalá le vaya bien al chaval. Le quiero mucho"

Los mayores han tenido a Fernando como al hijo que hubiesen querido tener, y los niños han visto en él, el jugador que hubiesen querido ser, su ídolo. Y todos, pequeños, jóvenes y mayores, ven a Cerezo y Gil como los dirigentes que ellos no hubiesen querido ser.

Torres ya no está. Y ni Forlán ni Agüero, no criados en la cantera, podrán querer tanto al Atlético como Torres lo quería y lo sigue queriendo. Y la afición nunca les tendrá el mismo afecto que tuvieron hacia aquel rubio con pecas que bajaba a defender, generaba él solo las jugadas de gol, se mataba por el Atleti, y tantos y tantos puntos dio al Atleti. Fernando era la bombona de oxígeno de un enfermo, y gracias a él, el enfermo ha sobrevivido. Como dije en otro post, ¿qué hubiera pasado con el Atleti sin los goles de Torres?

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