Después de lo de “Desastre Torres”, me fío menos de la prensa deportiva inglesa que de la española, que ya es decir... Prefiero fiarme de los foros, de los comentarios de los aficionados que vieron el partido, de los blogs personales.
Y en Liverpool se empieza a hablar de pedir
la cabeza de Benítez como vuelva a dejarle en el banquillo... No es sólo por los goles: dicen que
el juego del equipo mejora con él, que aporta toque, creatividad, fluidez. “
Nando”, le llaman cariñosamente (aunque también se ríen un poco de su inglés...).
Ni pensar que, en España, hasta los atléticos le acusaban de ser un cabraloca sin cabeza, sin visión de juego ni calidad técnica, demasiado individualista para jugar en equipo... “sí, corre mucho, pelea, pero no tiene magia en las botas”, “plusmarquista sin toque”...Creo que fue su papel de capitán del Atlético el que le obligó a
ser tan versátil. Bueno, eso, y que de mediocampo para arriba, a veces desde la misma defensa,
lo tenía que hacer casi todo él sólo.
He visto partidos en los que defendía, despejaba faltas, robaba balones, los subía por banda, daba asistencias, abría espacios y marcaba goles... (el año pasado, por no ir más lejos, los partidos contra el Español, Getafe, Levante, Osasuna en Copa...) Por eso no me sentaron nada bien los
Marcatoons de ayer... “Yo creía no más que esto era como el ajedrez: sin torres, la ibas a chingar... y resulta que el equipo juega mejor sin él... ¿quién quiere a una estrella, teniendo a un argentino bajito?”. (Dicho sea de paso, me parece mezquina la manera en que se está utilizando a Agüero para ningunear a Torres y hacer olvidar su recuerdo).
Por eso
me da rabia leer en algunas revistas “Un Superatleti que haga olvidar a Torres”, o algunos comentarios que me encuentro en los foros atléticos: “A Niño muerto, Kun puesto”, “Forlán 1- Torres 0”, “Torres es historia; ahora estamos en Europa”, “Aparte de fallar seis penaltis y tropecientos uno contra uno, no me ha demostrado absolutamente nada”, “era el cáncer del Atleti”, “Forlán marcará más goles este año que Torres en toda su carrera de rojiblanco”, “Agüero no ha tenido que esperar cinco años para marcarle al Madrid”. Es espantosa esta
manipulación de la memoria, y la manera en que la gente deja que se la manipulen. Si el Atleti juega mejor (algo que no está nada claro), no es porque no esté Torres, sino porque se ha reforzado toda la parte ofensiva (mejor no hablar del asunto Riquelme...).
La gente sólo se acuerda de que Torres falló seis penaltis:
nadie recuerda que fue el principal culpable de que el Atleti se mantuviera en la mitad alta de la tabla durante los peores años de su historia (y ya por entonces recibía ofertas muy tentadoras), y que el año pasado nos dejó en la antesala de Europa (un tercio de los 60 puntos es suyo, contando goles, asistencias y aportaciones defensivas...) Que le pregunten a Maxi o a Maniche si jugaban mal con él...
Sé que aún deben quedar atléticos que le guarden cariño, porque de vez en cuando me los encuentro en el blog de
Matallanas, o en los comentarios del
Marca... Pero me cuesta encontrarlos... Yo solía escribir en un foro atlético, Colchonero.com, que era casi como mi segunda casa. Pero desde el traspaso, todo ha cambiado terriblemente. Aquello ya no es el foro que conocí; y el ambiente es irrespirable, sobre todo para los
torristas, que
somos atacados sistemáticamente todos los días.
En el empate contra el Birmingham, Fernando fue suplente, y jugó los últimos 30 minutos; en ese tiempo, espoleó el ataque del Liverpool, estuvo a punto de marcar de chilena, y dio una asistencia maravillosa de tacón. Pues bien, estos son los comentarios que había en el foro: “Parece que el Liverpool no marca goles con el petardo de Torres”, “Una cosa es decir por la tele que un jugador es bueno, y otra, ganar partidos con él”, “Y ahora diréis que el culpable de la sequía goleadora del Atlético no era Torres”... Al quinto comentario,
sentí que las arcadas se me subían a la garganta, y desde entonces, no he vuelto.
A veces pienso que es un mecanismo de protección psicológica.
Ahora hay mucho odio porque antes hubo mucho amor. Yo viví en aquel foro la semana previa a que se confirmase el traspaso, y aquello fue una pesadilla.
No he visto nunca a una afición sufrir tanto por la marcha de un jugador. Ha sido uno de los episodios más tristes y más vergonzosos de la historia atlética (y eso que
todavía nos queda lo del estadio); pero lo peor quizás fue que las circunstancias le hicieron parecer un traidor. Todo se vivió como una humillación, y dolió muchísimo. Por eso ahora hay tanto afán por olvidarlo y ningunearlo, reducir su hueco.
Tapadillo