Benítez pasa página

Reproducimos íntegro (incluida una falta de ortografía que subrayamos en negro, je,je,je) esta noticia de MARCA:

HA DECIDIDO ABANDONAR EL CRUCE DE DECLARACIONES CON LOS DUEÑOS DEL LIVERPOOL

Benítez abandona la guerra 'red'

JAVIER ESTEPA - Madrid
Rafa Benítez quiere pasar página en el conflicto interno en el que estaba inmerso con los propietarios del Liverpool y ha decidido no seguir polemizando con Tom y George Gillett. Según puede leerse en la prensa inglesa, y después de varios días de cruces de declaraciones en el seno del conjunto 'red', el entrenador español quiere dedicarse exclusivamente a preparar a su equipo para los próximos choques tanto de la Premier como de la Champions y empezar a cosechar buenos resultados.

Varios medios británicos se refieren ha esta decisión como una "rendición" del técnico del Liverpool en una guerra en la que la derrota la tenía segura. Fuentes cercanas al entorno del entrenador aseguran que "Benítez está encantado y está muy a gusto dentro del conjunto inglés y espera que esta situación de tiranteces se resuelva lo más pronto posible"

Después de solicitar un esfuerzo a los dueños del Liverpool para fichar a jugadores para el equipo, Rafa Benítez recibió un tirón de orejas públicamente por parte de Tom y George Guillett. El español no quiso pasar este suceso por alto y quiso ironizar en varias ocasiones durante una rueda de prensa y quiso insistir en la negociación de futuras incorporaciones. Finalmente, Benítez ha rectificado por sus palabras. No obstante, los magnates americanos están furiosos por todo lo ocurrido y ya es de sobra conocido que su confianza no está puesta en el entrenador español.

Apoyo incondicional de Anfield
Pese a este sentimiento de los propietarios del Liverpool se encuentra la opinión de la grada de Anfield, que apoya ciegamente en Rafa Benítez. Los aficionados del conjunto inglés no quieren quedarse fuera de esta guerra que está azotando los cimientos del club y tienen decidido en el partido de Champions ante el Oporto el próximo miércoles en Anfield corear el nombre del técnico 'red' en todo momento.

El papel de los seguidores resultará fundamental en este conflicto que, pese a la rectificación de Rafa Benítez y las afirimaciones de que sigue confiando en el trabajo que están realizando los dueños del club, está guerra aún no ha llegado a su fin. La intención de Benítez es quedarse en el Liverpool durante muchos años... pero la idea de los americanos Tom y George Gillett no coincide con la del español.

javier.estepa@recoletos.es

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Por su parte, AS también se hace eco de la noticia. La reproducimos también de manera íntegra:

Benítez intenta apaciguar los ánimos con sus jefes
El entrenador admite sus errores para evitar el despido

Guillem Balagué
Rafa Benítez buscó ayer apaciguar las aguas en un Liverpool convulso y queda todo en manos de los dueños americanos del club. Durante la última semana se ha producido un intercambio de golpes que le puede costar el puesto, pero las palabras de un allegado suyo en el diario local Liverpool Echo son la primera indicación de que el preparador español acepta el error de haber ido a la guerra con Tom Hicks y George Gillett. Ahora falta saber si los americanos se vuelven atrás en su decisión de desprenderse de Benítez. "Rafa está encantado en Liverpool. Adora a la gente de la ciudad, a los aficionados y el club. Todo lo que quiere es lo mejor para la hinchada y se siente frustrado cuando siente que no es capaz de hacer justamente eso", dice su amigo.

Benítez quería fichar a un jugador ahora y traerse a dos más libres a final de temporada, pero la reacción de los dueños del club, al parar en seco todas las operaciones, ha supuesto la pérdida de uno de los objetivos (Kaladze). Sin embargo, al ver la drástica reacción de Hicks y Gillett, Benítez ha decidido dar un paso atrás y aceptar que ha cometido algunos errores.

Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Los propietarios del club, hombres de negocios que tienen al Liverpool como una inversión más, entienden que el preparador madrileño había excedido sus competencias al exigir explicaciones sobre detalles del nuevo estadio o sobre los rumores del conflicto entre Hicks y Gillett (se dice que uno quiere forzar la salida del otro) y quería intervenir en las negociaciones de fichajes, una labor que corresponde a Rick Parry, el jefe ejecutivo del club inglés. Éste, muy poco hábil en su labor, ha manejado la situación para recuperar parte del poder perdido y Benítez no supo detener su ira a tiempo.

La afición, contraria al despido del técnico
El club vale cuatro veces más que antes de la llegada de Benítez, ha jugado siete finales en tres años, el gasto en fichajes es menor que en el Chelsea y el Manchester, y nadie cree que sustituir a Benítez sea la solución: si no, que vean la reacción de los aficionados, que la van a liar mañana durante el partido del Liverpool. El fútbol inglés está cambiando y la hinchada se resiste a aceptarlo. Benítez podría perder su puesto porque ha muerto el feeling que había con los dueños, pero la falta de razones y la presión de la hinchada podrían forzar un cambio de posición de los dueños.