viernes, 29 de febrero de 2008

Bien por Calderón


Para los que no somos radicales, la anécdota de Enrique Cerezo con la camiseta del Real Madrid, lo vemos como tal, como una anécdota. En una sociedad en la que hay tanta crispación, y en la que soñamos con vivir en paz, no se puede ver más allá de lo que fue una broma entre amigos, y una foto que se filtró con muy mala intención.

Por Red
Sabemos que la gestión de Cerezo y Miguel Ángel Gil posiblemente sea la peor de la historia del Atlético de Madrid. Nefasta dirección, con un Presidente que no sabe de fútbol, que no dirige el club, que no le gusta el fútbol; acompañado de M.A. Gil, que ha ido destrozando el Atleti poco a poco.

Pero al César lo que es del César. NO PASA NADA POR POSAR CON LA CAMISETA DEL REAL MADRID. La gente que saca este asunto de contexto, no se da cuenta de que con estas cosas se provocan incidentes entre ambas aficiones, al incrementar más el odio hacia el rival.

Una cosa es que se desee que el R. Madrid pierda, en una rivalidad llamémosle sana, y otra cosa es criminalizar a Cerezo porque sujete una camiseta del eterno rival, en una reunión privada. Aunque Cerezo se la hubiera puesto en el Asador Donostiarra, en su casa nunca se la pondría, no por odio ni asco, sino porque no 'la sentiría'.


Ramón Calderón, también al margen de sus pecados, ha obrado estupendamente posando anoche en Onda Cero con una camiseta del Atleti con su nombre, en aras de defender una causa justa, la criminalización de su amigo Enrique Cerezo. Si buscamos erradicar la violencia, actos como el de anoche deben aplaudirse. Una cosa es ser antimadridistas y otra es ser irracionales.

El debate está abierto. Esto es una opinión personal, y como tal, debe ser respetada. Nos interesa saber la del resto de towermaniachs, y respetarlas de igual manera.

1 comentario:

tgdor_ dijo...

Me alegra leer este post. Creo que es lo más coherente de toda la prensa en los últimos días, y ha tenido que ser thekidtorres.com el que haya puesto los puntos sobre las íes.
En definitiva, que el que piensa con mala intención es porque quieres. Chapeau para Enrique Cerezo y Ramón Calderón.