EL TÉCNICO Y UNO DE LOS PROPIETARIOS, CONTRA EL DIRECTOR EJECUTIVO
Benítez echa un pulso
Rafa está harto. Ha sabido que le hacían la cama desde dentro del club y no está dispuesto ni a olvidar ni a perdonar
Paul Giblin en Sport
La prensa inglesa vuelve a poner en duda el futuro de Rafa Benítez en Anfield después del último conflicto provocado por la revelación de que Rick Parry, director ejecutivo con el que el técnico español departe a diario, estuviera presente en noviembre en la reunión mantenida por los propietarios con Jürgen Klinsmann en Los Angeles.
El español, visiblemente molesto, manifestó el domingo, tras el partido disputado ante el Blackburn, que su posición como manager había sido socavada. “Quiero hablar con los directivos para aclarar algunas cosas sobre una reunión de la que yo no sabía nada. Estoy muy tranquilo, pero quiero respuestas. Más que el encuentro en sí, me sorprende saber las personas que asistieron. Siento que se ha minado mi situación por este asunto y quiero clarificar las cosas con los directivos”, dijo un Benítez sereno, pero contundente.
Su arranque supone un nuevo giro en la guerra civil que está desgarrando al Liverpool y la prensa inglesa señala que no tolerará más situaciones de este tipo. De lo contrario, afirman, escuchará las ofertas que llaman a su puerta, entre ellas las de Barça y Madrid, se subraya.
El ‘Times’ resumía ayer la situación señalando que ‘Benítez añade petróleo al infierno de Anfield’ y se apunta al cese de Parry como solución a esta última crisis. Rafa se siente traicionado por las maniobras del director ejecutivo, al que uno de los propietarios, Tom Hicks, calificó de “incompetente y arrogante”.
Benítez y Hicks, siempre según la prensa inglesa, tratarán de convencer a Gillette, el otro propietario americano, para descabalgar a Parry de su puesto.
En cualquier caso, la posición de Rafa, después de un inicio de temporada titubeante, es cada vez más fuerte al haber obtenido el pase a las semifinales de la Champions y casi tener asegurada una plaza en la próxima temporada. La afición, además, le apoya incondicionalmente.
Benítez echa un pulso
Rafa está harto. Ha sabido que le hacían la cama desde dentro del club y no está dispuesto ni a olvidar ni a perdonar
Paul Giblin en Sport
La prensa inglesa vuelve a poner en duda el futuro de Rafa Benítez en Anfield después del último conflicto provocado por la revelación de que Rick Parry, director ejecutivo con el que el técnico español departe a diario, estuviera presente en noviembre en la reunión mantenida por los propietarios con Jürgen Klinsmann en Los Angeles.
El español, visiblemente molesto, manifestó el domingo, tras el partido disputado ante el Blackburn, que su posición como manager había sido socavada. “Quiero hablar con los directivos para aclarar algunas cosas sobre una reunión de la que yo no sabía nada. Estoy muy tranquilo, pero quiero respuestas. Más que el encuentro en sí, me sorprende saber las personas que asistieron. Siento que se ha minado mi situación por este asunto y quiero clarificar las cosas con los directivos”, dijo un Benítez sereno, pero contundente.
Su arranque supone un nuevo giro en la guerra civil que está desgarrando al Liverpool y la prensa inglesa señala que no tolerará más situaciones de este tipo. De lo contrario, afirman, escuchará las ofertas que llaman a su puerta, entre ellas las de Barça y Madrid, se subraya.
El ‘Times’ resumía ayer la situación señalando que ‘Benítez añade petróleo al infierno de Anfield’ y se apunta al cese de Parry como solución a esta última crisis. Rafa se siente traicionado por las maniobras del director ejecutivo, al que uno de los propietarios, Tom Hicks, calificó de “incompetente y arrogante”.
Benítez y Hicks, siempre según la prensa inglesa, tratarán de convencer a Gillette, el otro propietario americano, para descabalgar a Parry de su puesto.
En cualquier caso, la posición de Rafa, después de un inicio de temporada titubeante, es cada vez más fuerte al haber obtenido el pase a las semifinales de la Champions y casi tener asegurada una plaza en la próxima temporada. La afición, además, le apoya incondicionalmente.
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