
Alta tensión entre los dueños del Liverpool
Noticia de AS
Uno de los propietarios del Liverpool, el norteamericano Tom Hicks, ha pedido por escrito al director ejecutivo del club inglés, Rick Parry, su dimisión. Hicks teme que este directivo haya tomado partido por su socio, el también norteamericano George Gillett, con el que mantiene diferencias sobre la forma de gestionar el club. Dado que cada propietario es dueño del club por mitad, la decisión de Hicks necesitaría del refrendo de Gillett, que apoya a Parry. El director ejecutivo, emitió un comunicado en el que reafirma su intención de "continuar centrado en el trabajo de servir al Liverpool en un momento importantísimo de la temporada". Parry asegura en el mismo documento que no tiene "ninguna intención de dimitir".
Sólo falta la dama (bella, claro) para que las relaciones personales en la cúpula directiva del Liverpool sean dignas de un culebrón venezolano. Hay dos bandos enfrentados y Rafa Benítez es una de las principales fuentes de discordia.
La pelea comenzó en verano, cuando Benítez desafió a Gillet y Hicks, dueños cada uno del 50% de las acciones del Liverpool, a cumplir sus promesas de reforzar al equipo. A los norteamericanos no les sentó bien esta actitud, pero le hicieron caso y ficharon a Torres. En noviembre Benítez intentó el mismo truco, pero a punto estuvo de costarle el puesto de trabajo. Gillet, harto de las exigencias del español y aconsejado por Rick Parry (director ejecutivo), llegó a ofrecerle a Klinsmann el banquillo de Anfield, pero los propietarios del club no se pusieron de acuerdo en la destitución de Benítez.
Ahora los intentos de venta del Liverpool han terminado por afectar al español. A Hicks le ha sentado mal que Parry haya tomado partido por Gillet en la guerra que mantienen los dueños del club (no se hablan, pero ninguno quiere vender su parte), que ha pedido por carta la dimisión del director ejecutivo. Hicks entiende que "la relación tirante que Parry mantiene con Benítez" es fruto de ese posicionamiento estratégico de Parry más que algo deportivo y que afecta negativamente al desarrollo futbolístico del equipo.
Benítez no se ha pronunciado al respecto. Sí lo ha hecho Parry, que despejó balones: "Hicks ofende al entrenador, al equipo y a la afición. Ahora sólo se debe hablar de fútbol".
Noticia de AS
Uno de los propietarios del Liverpool, el norteamericano Tom Hicks, ha pedido por escrito al director ejecutivo del club inglés, Rick Parry, su dimisión. Hicks teme que este directivo haya tomado partido por su socio, el también norteamericano George Gillett, con el que mantiene diferencias sobre la forma de gestionar el club. Dado que cada propietario es dueño del club por mitad, la decisión de Hicks necesitaría del refrendo de Gillett, que apoya a Parry. El director ejecutivo, emitió un comunicado en el que reafirma su intención de "continuar centrado en el trabajo de servir al Liverpool en un momento importantísimo de la temporada". Parry asegura en el mismo documento que no tiene "ninguna intención de dimitir".
Sólo falta la dama (bella, claro) para que las relaciones personales en la cúpula directiva del Liverpool sean dignas de un culebrón venezolano. Hay dos bandos enfrentados y Rafa Benítez es una de las principales fuentes de discordia.
La pelea comenzó en verano, cuando Benítez desafió a Gillet y Hicks, dueños cada uno del 50% de las acciones del Liverpool, a cumplir sus promesas de reforzar al equipo. A los norteamericanos no les sentó bien esta actitud, pero le hicieron caso y ficharon a Torres. En noviembre Benítez intentó el mismo truco, pero a punto estuvo de costarle el puesto de trabajo. Gillet, harto de las exigencias del español y aconsejado por Rick Parry (director ejecutivo), llegó a ofrecerle a Klinsmann el banquillo de Anfield, pero los propietarios del club no se pusieron de acuerdo en la destitución de Benítez.
Ahora los intentos de venta del Liverpool han terminado por afectar al español. A Hicks le ha sentado mal que Parry haya tomado partido por Gillet en la guerra que mantienen los dueños del club (no se hablan, pero ninguno quiere vender su parte), que ha pedido por carta la dimisión del director ejecutivo. Hicks entiende que "la relación tirante que Parry mantiene con Benítez" es fruto de ese posicionamiento estratégico de Parry más que algo deportivo y que afecta negativamente al desarrollo futbolístico del equipo.
Benítez no se ha pronunciado al respecto. Sí lo ha hecho Parry, que despejó balones: "Hicks ofende al entrenador, al equipo y a la afición. Ahora sólo se debe hablar de fútbol".
2 comentarios:
A esta gente lo que menos le interesa es el Liverpool, son egoistas y solo piensan en ellos,en ellos y en ellos.
Gente asi sobra en el futbol,el Liverpool para los aficionados.
No si todavia saldra Rafa en Globo.
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