martes, 1 de julio de 2008

La final - las celebraciones



















Fiesta en Londres


Los seguidores ingleses se identifican con los jugadores españoles de la Premier y Trafalgar Square también festeja el triunfo



Noticia de El País
El Reino Unido ha vivido la Eurocopa con ojos de la Premier League. A falta de la selección de Inglaterra entre los clasificados para la fase final del torneo, los ingleses han vivido la competición como si los futbolistas que juegan en su Liga fueran si no lo único, sí lo más importante. Pero, con o sin Inglaterra, la pasión de los británicos por el fútbol no parece tener límites y, aunque se han echado de menos las banderas de San Jorge engalanando los taxis londinenses y las muchedumbres embriagándose de cerveza vestidos con la camiseta inglesa a las puertas de los pubs, las retransmisiones de la Eurocopa han tenido unos niveles de audiencia inesperadamente altos y la prensa ha llenado páginas y páginas cantando las excelencias del fútbol ofensivo que se ha vivido en esta Eurocopa.

A falta de los datos de la final de ayer, el partido de cuartos de final entre Rusia y Holanda, jugado en sábado, atrajo a casi ocho millones de espectadores. Las semifinales, pese al inconveniente de haberse jugado entre semana, no han estado muy lejos: 7,5 millones de espectadores de media vieron el Alemania-Turquía y 7,1 millones el España-Rusia. Con porcentajes de entre el 35% y el 38% de audiencia, la Eurocopa ha sido el programa más visto, acallando a quienes habían criticado a la BBC y a ITV por programar todos los partidos de la competición pese a la ausencia de Inglaterra.

Los británicos han vivido con cierta autoflagelación su ausencia en los estadios de Austria y Suecia. Primero se congratularon de los buenos resultados de Rusia y Croacia, los equipos que les dejaron fuera. Y luego han acabado por atribuir a la Premier League los éxitos de España. Aunque no han faltado expertos que han ponderado el juego de equipo y las excelencias del centro del campo, Torres y después Cesc se han convertido en la clave que explica el éxito español a juicio de los británicos.

La obsesión con la Premier ha llegado a ser tan empalagosa que algunos diarios señalaron al principio a Luis Aragonés como el punto más débil de España por no alinear a Cesc como titular, por no contar más a menudo con Xabi Alonso e incluso por sustituir a Torres por Güiza. Hubo incluso quienes apostaron por Cesc como mejor jugador del torneo tras el partido de Italia y atribuyeron a su penalti todo el mérito de la eliminación de los italianos.

Los tres goles de Villa contra Rusia le convirtieron por unos días en centro de atención y la prensa le colocó de inmediato en la órbita del Chelsea. Pero su lesión ante Rusia fue recibida como una bendición porque, a ojos ingleses, le aseguraba a Cesc un sitio en el primer equipo en la final. "La lesión de Villa puede juega a favor de España en la final porque España es mejor equipo con Fábregas", opinaba ayer en la BBC el ex entrenador de Inglaterra Graham Taylor. "Creo que saca lo mejor de Fernando Torres para aprovechar sus carreras. Creo que eso es porque los dos juegan en la Premier League. Torres se ha adaptado muy bien al juego inglés".

El encuentro de ayer fue seguidos en varios locales por los seguidores, entre ellos muchos españoles que residen o estaban de paso en Inglaterra, y el triunfo fue festejado en la plaza Trafalgar Square. A la fiesta inglesa se sumó también Rafa Nadal, que vivió el partido en Wimbledon.

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La fiesta en Madrid










Madrid se volcó con los héroes


Noticia de Marca
Los jugadores de la selección española y el cuerpo técnico tomaron contacto con la afición española el día después de proclamarse campeones de Europa. Lo celebraron en Madrid, donde centenas de miles de personas estaban esperando. Tras aterrizar en Barajas, fueron en un autobús descapotable hasta la Plaza de Colón. Por el camino, un reguero interminable de seguidores y ya en Colón, una multitud impresionante, animaron a los jugadores. Una vez allí, los futbolistas y Luis tomaron la palabra. El animador fue Reina, aunque todos disfrutaron y también los numerosísimos seguidores.

La comitiva española aterrizó en el aeropuerto de Barajas sobre las 19:40, sin apenas retraso, tras partir dos horas y media antes de Innsbruck. Ya en el vuelo hubo cánticos a favor de Aragonés y de los campeones. Reina ya empezó a ejercer de 'alma de la fiesta'. En Barajas, los jugadores se montaron en el autobús descapotable que les llevó a recorrer las calles de Madrid. Alcanzaron la ciudad por la A-2 y la Avenida América. Después, tras bajar María de Molina, enfilaron el Paseo de la Castellana para ir hasta la Plaza de Colón. Por el camino, los seguidores se agolparon a ambos lados, saludando y vitoreando a los héroes, que disfrutaron como niños.

El reguero incesante de seguidores se convirtió en una tremenda multitud al llegar a la Plaza de Colón, donde comenzó la fiesta. Los jugadores subieron al escenario preparado para la ocasión. Allí se produjeron los mejores momentos de la noche. Primero, el manteo a Luis Aragonés y la pancarta recordando a Genaro Borrás. Después tomaron la palabra varios jugadores y el seleccionador. Casillas fue el primero en coger el micrófono. El capitán se acordó de Aragonés y animó a los seguidores.

Después de que Luis dijera que tenia "el mejor equipo del mundo" y de que Torres y Cesc le siguieran en el uso de la palabra, llegó el 'show' de Reina, eufórico toda la tarde. El meta del Liverpool presentó a todos y cada uno de sus compañeros con gracia y bajo el clamor de la multitud. El portero provocó las risas y demostró la 'piña' que es esta selección. Llamativo también fue el apoyo de todos los jugadores a Aragonés. Entre los que tomaron el micrófono, todos alabaron al 'Sabio de Hortaleza'.

La fiesta terminó con el público cantando 'Campeones, Campeones', el 'We are the champions' sonando por megafonía y unos papelitos rojos y amarillos volando por el escenario. Nadie quiso moverse hasta que los jugadores se montaron de nuevo en el autobús descapotable. 44 años esperando por el triunfo bien valía unos minutos más. La Copa ya está aquí. Los campeones, también. Es tiempo para disfrutar.





Fotos de Marca:

















Reina 'superstar'


Noticia de Marca
Se llama Pepe Reina y con él llegó el espectáculo. Anoche se convirtió en el gran favorito del público español para presentar la entrega de los Goya, retrasmitir las campanadas y hasta presentar el telediario. Un showman con el micrófono en la mano. El millón de personas que aguardaban ayer en la Plaza de Colón para recibir a los héroes de la Eurocopa alucinó cuando Reina cogió el micro y presentó, uno a uno, a todos los componentes de la selección española.

“Con el 1, el hombre sin manos, el que hizo posible el sueño de la Eurocopa: Casillas”. Así empezaba el del Liverpool su show particular. Y luego: “Con el 2, la longaniza más grande del mundo: Albiol. Con el 3, el auténtico jabato, el genuino Fernando Navarro. Con el 4, el mariscal del área, el jefe de la defensa, el inigualable Marchena. Con el 5, Tarzán, el hombre que come piña: Puyol”.

Para entonces Reina ya se había metido al público en el bolsillo mientras seguía con la presentación. “Con el 6, el hombre que no se lleva bien con el astro rey, el que no ve la luz del sol: Iniesta. Con el 7 de España, el que ha ganado por sus cojones el Pichichi: el Guaje Villa. Con el 8, el Humphrey Bogart del fútbol español: Xavi”.

Pero aún quedaba lo mejor: “Con el 9 el Ñiño, ¡ay mi niño!: Fernando Torres. Con el 10, el tío más empanao del mundo, no se entera una mierda: Cesc Fábregas. Con el 11, Garrincha: Joan Capdevila. Con el 12, el de la afición, es muy pequeño, es muy pequeño: Cazorla. Con el 13, ¡ay el 13!, que me ha limpiao 500 euros en los penaltis: Andrés Palop. Con el 14, el hijo pequeño de Cruyff: Xabi Alonso”.


Recuerdo a Puerta
No se olvidó de tener un recuerdo para Antonio Puerta: “Con el 15, Sergio Ramos, que lleva el 15 en homenaje a Antonio Puerta, que en paz descanse. Con el 16, Falete: Sergio García. Con el 17, ¿quién cóño es el 17? El auténtico gitano, Rodolfo Chikilicuatre Güiza. Con el 18, el segundo más empanao del mundo, tampoco se entera una mierda: Arbeloa. Con el 19, la samba del equipo, la samba de España: Marcos Senna. Con el 20, Juanito, el más grande”.

Y concluía: “Con el 21, es muy pequeño, mide 1,50, sólo 1,50: Silva. Con el 22, Diego Armando Maradona, qué clase, qué crack: De la Red. Y con el 23, un humilde servidor, que ha hecho de speaker para presentar a este equipazo: Pepe Reina”. Y no se olvidó, por supuesto, del míster: “El hombre que ha hecho posible que ganemos la Eurocopa: Luis, es cojonudo...”.

Luego pondría el colofón al cantar la canción de camarero, qué. Dijo: “¡Camarero!”. Y la gente contestó: “¿Qué?”. Y dijo Reina: “¡Una de pollo al ajillo que lleva Avecrem!”. Nadie sabía que se pondría de rodillas y, con la música del El tamborilero de Raphael, entonaría: “Pollo al ajillo que lleva Avecrem”. España se partía la caja.








"Nosotros no volvemos si el míster no está aquí"


J. Damián González en AS
La mejor Selección de Europa, la Brasil del 'jogo bonito' de este continente, vivió una jornada cargada de emociones que se dispararon ya en la despedida que brindó Neustift, ese pueblecito que los jugadores no olvidarán jamás, Innsbruck y el Tirol entero, bellísima zona alpina que se ha volcado con España, que se ha hecho de la Roja como toda Austria. Unas 500 personas acudieron al aeropuerto a despedir a los héroes, que se embarcaron en el avión de Privilege cuyo nombre se ha revelado talismán desde que despegó en Santander y aterrizó ayer en Barajas, un Boeing 757 bautizado con el nombre de 'Milagros Díaz'. Ayer fue decorado para tan glorioso vuelo con la camiseta nacional y la palabra 'Campeones'. Los primeros minutos ya fueron llamativos al son de la Macarena pero lo mejor estaba por llegar cuando Reina tomó los mandos y se hizo el amo y con su enorme simpatía.

Azafatas y Macarena.
"Queremos dedicarle a Luis (sentado en la quinta fila) el vuelo más más feliz de su vida", avanzó el comandante Santamarta. La primera anécdota llegó con las azafatas a la hora de dar las instrucciones sobre el uso del cinturón, de las mascarillas de oxígeno, de las salidas de emergencia y tal... que hicieron bailando al ritmo de 'La Macarena'. Tras la sorpresa inicial, idas y venidas de periodistas (un servidor entre ellos) pidiendo autógrafos en las camisetas para guardarlas como oro en paño por los siglos de los siglos (Amén).

Claro que luego se arrancaron los jugadores y remató el gran Pepe Reina con un avance del show que tenía preparado para Colón. Con Villar, Padrón y Hierro delante atentos a los mensajes, los jugadores se dieron un festín de homenaje al Sabio coreando algunas de sus míticas frases: "Tengo el culo pelao"; "los negros son azules"; "el dueño del juego es el dueño del balón". O la aclamadísima número uno del ránking de jugadores y periodistas, sí señor: "¡Yo soy español, español, español!". Más dinamita llevó ésta: "Nosotros no volvemos, si el míster no está aquí...". Y Sergio Ramos tuvo tiempo de poner su famoso cd con la música de Jambao y el 'Se parece más a tí". Algún día diré lo que Luis y les contaré a mis nietos (menos de once supongo, míster) que yo estuve allí, en el Prater y en el vuelo más alegre de la historia de la aviación española.

Casillas, tajante en Colón: "¡Luis, quédate!"


Noticia de AS
Los jugadores de la Selección mostraron su agradecimiento a la afición española por el apoyo mostrado durante la Eurocopa y por el emotivo tributo de anoche en Colón, donde un millón de personas se juntaron en unos actos de celebración espectaculares de principio a fin. Xavi, mejor jugador del campeonato, reconoció que "este equipo lo merecía porque se ha conseguido hacer una piña, había un buen entrenador y calidad". Villa fue más efusivo. "Ahora somos los mejores en fútbol, pero también en todo lo demás, hasta en canicas y peonza. ¡Viva España!", dijo. Torres, autor del gol en la final, quiso también "agradecer el apoyo mostrado por los hinchas" y dijo que sin la afición hubiese sido "imposible" alcanzar el título. Casillas, el primero en hablar, se acordó de Luis , del que dijo ser la persona que había "hecho posible llegar hasta donde ha llegado este equipo". También entonó el "¡Genaro, Genaro!" en reconocimiento a Genaro Borrás, el querido médico de la Selección fallecido hace escasas fechas.

Igual de animado apareció Luis. No dudó en pedir el micrófono, aunque como durante toda la Eurocopa cedió el protagonismo a los jugadores: "La Eurocopa la ha ganado el equipo. Les dije hace tiempo que si yo no sabía gestionar esta calidad no servía para esto, pero ahora creo que podemos ganar el Mundial".

Otros jugadores también se dirigieron al público congregado. Después del show de Reina, que se ganó para siempre el cariño de los aficionados haciendo las veces de animador, Güiza reseñó que este título "era merecido desde hacía tiempo por el país", mientras que Silva dejó claro que estaban "muy contentos" y pidió a los aficionados que "lo pasaran muy bien en las celebraciones". Sergio Ramos cerró la fiesta, ya en la Zona Cuatro, dejando patente una vez más que "sin la afición no hubiese sido posible este título".

Un millón de personas aclamó a la Selección


Noticia de AS
El avión que transportaba a la Selección tomó tierra en Barajas, procedente de Innsbruck, a las 19:50 horas. Todavía no se había detenido cuando uno de los pilotos ondeó una bandera española desde la cabina. No se puede descartar que lo hiciera en pleno en vuelo. El aeropuerto era un clamor y la aeronave también. La emoción se convirtió en redoble hasta que una azafata con coleta de purasangre abrió el portón. Por allí asomaron Luis Aragonés, de rojo, y Casillas, de mostaza, sujetando la Copa, mostrándola al cielo de España. Tras ellos, la alegría.

En pie de pista, un autobús descapotable esperaba a los campeones de Europa para trasladarlos hasta la Plaza de Colón. En el interior, bebidas y fiesta. Por lo demás, resultaba evidente que los jugadores llevaban horas de celebración, tal era su entusiasmo y su osadía: algunos asomaban medio cuerpo por cubierta, que era como asomar un saco de millones de euros por la ventana de un rascacielos. Todos reían.

El autobús se encaminó por la carretera de Barcelona hacia la avenida de América. Un creciente pasillo de aficionados aclamaba a la comitiva, al tiempo que una manifestación espontánea de motoristas seguía a los campeones.

El paseo se desbocaba en los puentes. La gente los abarrotaba, utilizándolos como balcones plagados de banderas. En sentido contrario, los tres carriles de la Nacional II se paralizaban por el deseo de los automovilistas de saludar a la Selección. El atasco era inmenso y, por primera vez, feliz.

El ambiente se fue multiplicando cuando el autobús sin techo cruzó la M-30 y entró en la capital por la Avenida de América. La gente se agolpaba en las aceras, mientras Casillas y Torres saludaban desde la proa, junto a Sergio Ramos, que ofrecía la Copa y el recuerdo: en su camiseta blanca se podía ver el retrato de Antonio Puerta.

Capdevila estaba descorchado, Reina eufórico y Cesc se había subido las mangas de la camiseta al estilo de Toni Manero. Algunos fotografiaban el espectáculo con sus teléfonos móviles. Luis observaba conmovido. El equipo estaba absolutamente radiante.

Costó avanzar entre María de Molina y la Plaza de Emilio Castelar. Al público que aguardaba se sumaba el que corría junto al autobús. En La Castellana, la Selección descubrió una marea roja, llena de banderas y sonrisas. En ese océano, una docena de policías a caballo escoltaron a los héroes entre el millón de almas.

Llantos.
Mientras la expedición desembocaba en Colón, siete cazas de la Patrulla Águila sobrevolaron la plaza dibujando la bandera de España en el cielo. Para entonces, no eran pocos los aficionados que lloraban a lágrima viva. Otros gritaban, saltaban, aplaudían. Luis botó por suscripción popular. Una bandera del Atlético apareció junto a Torres.

Ya en Colón, todo lo anterior nos pareció poco. Arbeloa se lanzó a tierra desde cubierta, cuatro metros. Y sobrevivió. Le siguieron otros. Xabi Alonso bailó un pasodoble con Cazorla. Capdevila nos enseñó cómo sostener un vaso entre el hombro y la oreja. Los jugadores se dirigieron hacia el escenario de la Federación haciendo la conga, reproduciendo la coreografía de las bodas desenfrenadas.

Luego hablaron todos y Reina más. Casillas elogió a Luis y el seleccionador se refirió al "mejor equipo del mundo". Fue manteado. Xavi gritó "¡Viva España!" y Manolo Escobar tomó el escenario. Fue un delirio razonado. Somos campeones.



Luis Aragonés: "Le dije a los jugadores tengo el mejor equipo del mundo y me lo han demostrado"



Casillas hace corear a toda la Plaza de Colón el nombre de Luis Aragonés



Y HOY MARTES DÍA 1 DE JULIO, RECEPCIÓN EN LA ZARZUELA Y EN LA MONCLOA





1 comentario:

de tapadillo dijo...

¿Hay fotos de la bandera del Atleti, que había colgada al lado de la española, en el frente del autobús? ¡Qué detallazo! ¡A todos los atléticos les llegó al alma! Todos los que le acusaban de traidor están escondidos bajo las piedras...

Tenía que ser un atlético el que le quitara a los alemanes la Copa de Europa, y dirigido precisamente por Luis Aragonés... Qué guiño tan maravilloso le hizo el fútbol al Atleti el domingo, y precisamente a través de una Selección en la que no había ningún jugador del Atlético.

¿Y los que tuvieron la suerte de estar allí en directo? ¿Habrá crónicas personales?

PD. Dadme fuerzas para seguir soportando a los cafres de ciertos familiares, que siguen machacando al Niño a la menor oportunidad, y la bilis les está dominando desde que vieron cómo sucedía a Marcelino y todos los medios lo alababan. Ya no puedo soportar tanta ceguera... Con deciros que mi hermano ha vetado el As en la casa, alegando que los análisis y los escritos no tenían calidad, porque se alababa el golazo de Torres...