Xavi no conecta con Torres
De 121 balones que salieron de las botas del director de juego, sólo dos buscaron al delantero

La estadística refrenda la sensación. Xavi no ve a Fernando Torres. Y si le ve, no le considera como una opción de pase. El desencuentro es tan misterioso como inquietante. El principal surtidor de balones de la selección, el jefe según la mayoría, no conecta con el referente arriba. Fernando Torres se ofrece, cae a banda, baja a recibir, tira un desmarque. En el Liverpool, Gerrard le pone el pase siempre. En la selección, Xavi no se lo da nunca.
Los números del partido ante Rusia no dejan duda. Hasta 121 veces circuló el balón por las botas de Xavi y sólo en dos ocasiones sus envíos posteriores acabaron en Torres. El azulgrana toca en horizontal y hacia atrás, muy poco en vertical. El delantero recibió 33 veces la pelota y su mejor surtidor fue Silva (cinco centros).
Torres recibe un pase cada 2,39 minutos y Villa, cada 1,49El miércoles, en la entrevista que concedió a Público, Torres trató de relativizar la evidencia. “Cuando estás en un equipo, estás todo el año, es cuando se mejora la conexión con los compañeros”, afirmó, “porque saben cómo te mueves y tú cómo te la van a dar. Supongo que será cuestión de tiempo”. Las imágenes del partido demostraron que no es un asunto que Torres lleve con tanta resignación.
El 9 se desespera. Y al menos en una ocasión, le reprochó airadamente al azulgrana su ceguera. Se ofreció en largo, luego en corto, otra vez en largo… Pero Xavi aguantó, se dio la vuelta sobre sí mismo y buscó otro destino. Villa, su compañero en el eje el otro día, es mejor visto como destinatario. Recibe el balón cada 1,49 minutos.
Poca confianza en el '9'
A Torres le cuesta más la confianza de los demás jugadores: se la entregan cada 2,39. Quizás se trate de una cuestión espontánea y ocasional. O tal vez sea consecuencia del juego de toque en sí, para el que el Niño está menos capacitado. Lo mismo los magos del pim, pam, pim, pam (Iniesta tampoco le busca mucho: dos pases de 44 y siete a Villa) entienden que pasar a Torres es un riesgo cierto para la circulación del balón.
Xavi prioriza el pase horizontal o hacia atrás, y da pocos en verticalLas estadísticas permiten comprender mejor los elogios continuos que Torres hace de Xabi Alonso y Cesc. Y sobre todo, el escepticismo que muestra en la mencionada entrevista cuando se le habla de Xavi como el jefe de la selección: “Será cuestión de gustos. Xavi lleva mucho tiempo, se ha hecho un sitio y parece que es intocable”. No es un crítica feroz, pero sí una opinión reveladora. “Es un jugador clave”, añade, “parece que nadie le discute. Los entrenadores, sean quienes sean, lo mantienen y él se lo ha ganado”.

El delantero del Liverpool, al que Luis ha encargado labores de arrastre y último toque, recibe menos balones que Villa
Diego Torres en El País
Muchas selecciones campeonas han vivido de la sintonía automática del equipo con el delantero centro. Le sucedió a Alemania con Oliver Bierhoff, a Italia con Paolo Rossi, o a Grecia con Charisteas. No es el caso de España, cuyo esquema no permite involucrar al definidor más que para dar el último toque. A Fernando Torres no le llegan muchos balones. Él se lo esperaba y sucedió. El goleador del Liverpool es el futbolista que menos pases recibe en el equipo que dirige Luis Aragonés. En los 52 minutos que disputó contra Rusia, el martes, sus compañeros le dieron 19 balones. A Villa, el segunda punta, lo encontraron mucho más. El delantero del Valencia recibió 43 pases.
"Lo importante no es tocar constantemente el balón", justificó ayer el centrocampista Marco Senna. "Lo importante es que Fernando, en uno de esos balones que recibió, hizo la jugada del primer gol, dando la asistencia. Ahora sería bueno que contra Suecia pueda marcar. Nosotros le animamos a que lo haga para que luche por el pichichi. Porque cuando los delanteros no marcan no se encuentran bien".
Con tres pases, Senna fue uno de los jugadores que más veces entregó el balón a Torres en el partido contra Rusia. El otro que le dio tres pases fue Sergio Ramos.
A lo largo de su participación, Torres recibió un pase cada tres minutos. Villa, más habituado a bajar a buscar la pelota al pie, conectó con un pase cada dos minutos. El resultado fue que Torres se movió sin balón hasta dar síntomas de agostamiento. Sus gestos de reproche a Xavi, tras un desmarque que no encontró respuesta, revelaron su malestar. Antes de que el seleccionador decidiera mandarle al banquillo, Torres ya tenía motivos de preocupación. El cambio en el minuto 52 le afectó especialmente porque cortó de raíz su curva realizadora. En el Liverpool, la producción de Torres aumenta exponencialmente a medida que los partidos se consumen. Del minuto 1 al 15, marca una media de 4 goles. Del 15 al 30, otros cuatro. Y del 30 al 45, sólo dos. A partir del descanso se dispara. Del 45 al 60, mete cinco; del 60 al 75, diez; y del 75 al 90, ocho.
Los gestos de frustración de Torres tras ser sustituido, y su aparente negativa a estrechar la mano de Luis Aragonés, dejaron entrever la posibilidad de una fractura. Ayer, el propio seleccionador se encargó de quitar relevancia al asunto. "No entiendo lo que observa la prensa", dijo el técnico. "Lo que ha sucedido con Torres no tiene ninguna importancia. En el entrenamiento he hablado con él, pero eso no es nuevo", continuó. "Le he tenido un año como jugador, en el Atlético. Desde que tenía 17. Es casi como mi hijo y siempre le he dicho cositas que creo que le pueden servir. He intentado transmitirle los códigos".
Luis Aragonés le pide a Torres que colabore haciendo movimientos de arrastre en el frente de ataque. Por ejemplo, tirarse a banda, para generar espacios para la llegada de los volantes por el medio. Este tipo de labor, que desgasta al punta física y mentalmente, es menos gratificante cuando la sustitución le inhabilita para disputar sus minutos más prolíficos. Sucedió contra Rusia, y se repitió a lo largo de toda la fase de clasificación para la Eurocopa de Austria y Suiza. Prueba de ello es que Torres, el delantero que asombra en la Premier League, sólo ha marcado dos goles en 33 partidos con la selección en este periodo.
El partido de hoy contra Suecia servirá para examinar la capacidad de adaptación de Torres a unas condiciones poco favorables para su juego. También medirá la paciencia del seleccionador para mantenerle en la cancha contra sus costumbres. Esto será poco probable. Seguramente, Luis Aragonés se sentirá tentado por la idea de exhibir su autoridad una vez más, cambiando al punta para demostrar que le pagan para mandar, y que él manda para cobrar.
1 comentario:
Mientras juegue como jugó contra los rusos, no me importa que no meta los mismos que Villa. ¡Vamos, Torres, que hoy el chicharro está al caer, se huele en el ambiente!
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