Mucho más que un 9

Por Tgdor
Fernando José Torres Sanz es algo más que un delantero, es un futbolista. Siempre, desde tiempo remotos, se le achacó a este joven jugador su carencia de olfato y su mala puntería. A través de mi televisor, pude ver durante varios años auténticas pachangas por las que llegué a pagar, por cada una, 10 euros en la modalidad de pago por visión, sólo para poder ver jugar al fuenlabreño. Muchas fueron las patadas que sus endebles piernas tuvieron que soportar cuando todavía era un niño. Mucha fue la responsabilidad depositada en un joven canterano que presumía de ser rojiblanco como el que más, y que soñaba con ganar algo para honrar al equipo de toda su vida, al equipo de su abuelo.

Día tras día, su progresión era una realidad, porque, a pesar de errar, alguna vez, innumerables oportunidades (todos tenemos días malos), el que veía el partido, siempre podía presumir de haber visto algún detalle de Fernando que ningún otro jugador te podía otorgar. Algo, no sé, una carrera en la que desbordaba a dos o tres contrarios, un pase de 40 metros, un control orientado o un intento de algo maravilloso que provocaba los aplausos del Vicente Calderón, y que a mí, me hacía levantar del sofá.

Era algo más que un delantero. Si había que animar, animaba, si había que defender defendía, si había que echarse al equipo se lo echaba y si había que regalar un gol a pesar de ir mano a mano lo regalaba. Ése era Fernando. Anda que no peinó balones y asistió a sus compañeros, y siempre, sacrificándose por el equipo.

Entiendo, que una vez más, los goles ciegan al espectador. Mi padre incluido. Mi padre es una de esas personas que no entiende de fútbol, y que suelta por la boca lo primero que lee en el Marca del día o que escucha en el bar de turno. Comentarios ventajistas que muchos de ellos no tienen ni pies ni cabeza y son dichos por llamar la atención nada más. Pero de nivel futbolístico nada.
Ayer, contra Rusia, el mejor fue Xavi Hernández. Villa tiene buen olfato goleador, pero de poco sirve eso si el equipo no está bien. Prueba de ellos es lo mal que ha estado el guaje todo el año jugando en un equipo que casi baja segunda división.

Torres en cambio, a pesar de habér metido más de 30 goles en todo el año, y haber hecho el mejor partido con España de los últimos meses, es cambiado en el minuto 53. Decisión técnica que respeto pero que no comparto. Lo primero porque había jugadores en un estado de forma peor que el de Fernando. Segundo, que había compañeros que habían hecho un partido peor que el de él. Y tercero, que jugando a la contra, era el referente ideal para el equipo. Todo el año esperando a jugar a la contra, y cuando vamos a hacerlo, le quitamos. Es el colmo de los colmos. Es como si saco el paraguas cuando hace sol, y lo dejo en casa cuando está nublado. El chaval, encima, tuvo la sangre fría necesaria para chocar con Fábregas, aunque estuviera quemándose por dentro.

Lo cierto, es que uno está orgulloso de su tan maduro comportamiento. Menos mal que él tiene mucha más cabeza que cualquiera de sus fieles seguidores, como yo, y va a estar tranquilo y preparado para volver a jugar tan bien como ayer el próximo sábado ante Suecia.

Firmaría ahora mismo otro hat-trick de Villa y un partido entero de Torres como la primera parte de ayer. Lo firmo ya. Y es que, el fútbol es mucho más que goles, y Fernando, es mucho más que un 9.