Lo que hubiéramos hecho todos

Por Red
Hemos pasado de enterrar el hacha de guerra el día del At. Madrid - Liverpool, cuando las únicas referencias hacia Fernando Torres fueron cánticos a favor suyo, quedando claro que la amenaza del sector antitorrista no era tan numerosa como parecía, a desenterrar el hacha en quince días, sólo porque Fernando Torres se alegra de que la empresa para la que trabaja sigue cosechando triunfos, y por lo tanto, a él le va a beneficiar laboralmente en el aspecto de mejorar su curriculum vitae.

Parece increíble que los adjetivos más hirientes surjan de nuevo por internet tras ver en televisión las imágenes de Fernando Torres lamentándose de las ocasiones falladas y alegrándose por el gol de Gerrard. Antes de proseguir decir que lo que hizo Torres casi no se puede calificar de aspavientos, porque el tímido pecosillo apenas movió las manos como si fuera José María Carrascal haciendo el telediario.

Fernando Torres ha ido al Liverpool para ganar títulos. El año pasado a punto estuvieron de meterse en la final de la Champions, y este año The Kid quiere estar ahí otra vez, en la pomada. Vamos a hacer otro ejercicio mental. Cerremos los ojos. Metámonos dentro de un jugador del Liverpool, feliz donde los haya, arropado por su afición, cómodo en un club grande, que quiere avanzar en la Champions League. Sentado en la grada ve cómo su equipo recibe un gol en el primer ataque del rival. "Pfff, tenemos que ganar hoy para no complicarnos. Me gustaría ganar la Final de la Champions, debe ser la hostia" -piensa el jugador en la grada. Comienza la segunda parte y su equipo tira para arriba, dispara 20 veces y el gol no llega. "¡Qué lástima, con la de ocasiones que tenemos y no marcamos! A que se me fastidia el sueño europeo..." -sigue reflexionando el futbolista red. "Vamos a ver... el Atleti se pone ahora con x puntos, nosotros tenemos que ir a tal sitio a jugar..." -se echa sus cuentas. Minuto 90. El Liverpool sigue perdiendo después de 30 tiros a puerta. El público lamentándose. "Jopé, igual que el otro día contra el Tottenham, que merecimos meter 5 y perdimos el partido. Hoy otra vez, qué pena..." - se lamenta. Y de pronto, ¡penalty! Minuto 94. ¡Goool de Gerrard! ¡Seguimos vivos!. Menos riesgo de caer eliminados. Aún puedo revivir las mágicas noches de la temporada pasada en la Champions" -se alegra el futbolista del Liverpool.

¿Alguien en esa situación se va a quedar inmóvil? ¿Vas a estar pensando en esos momentos de tensión que unas puñeteras cámaras te llevan enfocando toda la puñetera noche? ¿Vas a estar 90 minutos diciendo, 'Ah, que soy del Atleti, debo aislarme de una competición tan hermosa como ésta'?

Fernando Torres es ante todo un enorme profesional. Se debe al club que le paga, y se alegra por los triunfos de su equipo, porque eso le beneficia. Todos. Y recalco lo de TODOS. Todos los aficionados en lugar de Torres se hubieran comportado igual que él.

Ya lo he denunciado muchas veces. Estamos casi obligando a Torres a que cada segundo de su vida esté diciendo lo que quiere al Atleti. ¿Por qué no se le deja en paz que sea feliz allá donde esté? Si el año del doblete, el Valencia de Luis Aragonés llega a jugar dos partidos más, se hubiera llevado la liga. ¿Íbamos entonces a asesinar al sabio de Hortaleza porque el día de las celebraciones levantara la Copa esbozando una sonrisa? Ah, no. Luis debería ponerse a llorar... ¡Venga ya, hombre!

Lo que ha hecho Torres es una reacción normal, dentro de una situación normal, y el que no quiera ver esto es porque tiene ceguera psíquica, y será así en todos los ámbitos de la vida. Torres no merecía tener a esos ex-seguidores, porque son víctimas del fanatismo del fútbol, un fanatismo alimentado intencionadamente por el periodismo deportivo. Si el penalty hubiera sido en el área del Atleti, yendo 1-0, ¿Hubiera sacado el Marca una portada diciendo 'El Atleti roba al Liverpool'? Está visto que, como demuestra la encuesta que publicamos, el periodismo deportivo ha visto que la radicalidad, el apoyo incondicional a modo de supporter les beneficia en cuanto a ventas.

Fernando Torres merece que en los diarios que han puesto la palabra ROBO en portada le defiendan, explicando que no ha hecho nada del otro mundo ni nada malo.