Publicado por Julián Ruiz

Luego, estaban los turcos, que no se presentaron con el perfil de víctima. Al contrario, soñaron con un gesto heróico para hacer distribuir la teoría de que nadie es invencible, ni siquiera el equipo que diseñó el entrenador del Fernerbace, el solemne Luis Aragonés.
Es muy probable que a Del Bosque le guste como ningún otro jugador Xabi Alonso. Es lo normal, porque ese era el puesto cuando jugaba al fútbol el seleccionador. Pero tampoco quiere desplazar a Senna, con méritos de sargento condecorado.
Pero lo complicado es que Alonso y Senna, juntos, son prácticamente incompatibles. Tiene que elegir a uno. Esa decisión también desquició y le costó muchísimo a Aragonés, hasta que se decidió por el jugador del Villarreal. Ahora, ahora mismo, no sé. A Senna se le va el alma, el espíritu con las insoportables muescas de la edad. Alonso es la elección de futuro.
Mientras tanto, al otro Xavi se le deja sin conciencia genética de fútbol. Necesita a otro 'iluminado' a su lado a tiempo completo. Es decir, Iniestas, Cescs o Cazorlas, pero sin que signifigue ir desnudo por las bandas.
En cualquier caso, dos jugadores de tan calcadas características como Senna y Alonso son incompatibles en el paraíso español. Si no, el retrato de Dorian Grey de la eterna excelencia se irá deteriorando y Del Bosque difuminará ese retrato que pintó Aragonés.
Villa venía lesionado. Torres necesita más especio para disfrutar y Villa se lo quita como si fuera un ladrón de sueños. Sólo en jugada a balón parado podría venir el infarto que tumbara a los turcos. Piqué fue el susto decisivo.
Por tanto, mejor resultado que diseño brillante del mejor equipo del mundo. La selección fue como aquellos alumnos de Platón que renunciaba a la sabiduría por una buena 'cabezada' perezosa. Y es que la selección acabó a la medianoche, por culpa de los pertubadores y dictadores rayos catódicos.
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