Museo de los horrores II

Queridos amigos, aquí llega segunda edición del museo de los horrores para hacerles más ameno el domingo sin fútbol (al menos en Inglaterra). En esta ocasión, les vamos a proponer una nueva candidata a la camiseta más fea de la Premier 2009/10, además desvelaremos una nueva aberración histórica de la Premier y por último, siguiendo la petición de Jorge, recorremos Europa en busca de alguna casaca que merezca entrar en esta sección.

Empezamos por proponer la nueva camiseta del Bolton como candidata a horror del año en la Premier:

Al igual que pasaba con la camiseta del Everton, su nominación no está realmente justificada en criterios estéticos. De hecho lo único destacable de esta camiseta, plana en el resto de aspectos, es la inclusión de un código de barras de dimensiones mastodónticas en la parte inferior de la misma. No sabemos si se trata de un homenaje que Reebok ha querido hacer hacia los que tradicionalmente han sido conocidos como los Barcodes (códigos de barras), es decir los jugadores del Newcastle United, ante su fatídico descenso. Esperemos que este homenaje no les haga seguir su mismo camino.

Del repaso histórico a la Premier destacamos estas joyas que el Aston Villa tuvo que vestir durante dos años (93-95). Si señores, la firma japonesa Asics no se conformó con diseñar una única camiseta horrible, sino que hizo una familia entera de horrores.

En primer lugar tenemos el intento de hacer la "camiseta caleidoscopio" para el guardameta villano. No dudamos del efecto colocón que pudo causar en los delanteros rivales, eso sí, los defensores debían estar avisado de no mirarla directamente para no perder la capacidad espacial durante unos instantes.

Sobre la camiseta titular del Villa no entraremos en la decisión de cambiar su formato habitual, ya que no fue la primera vez que se modificó ni, lamentablemente, será la última. Pero no me negarán, que, aún sin tener en cuenta ese detalle, la camiseta es fea.

Pero, sin duda, la camiseta away se lleva la palma. Es difícil escoger colores que peguen tan poco entre ellos y que, a la vez, tengan tan poco que ver con la historia del Aston Villa. Estas son las consecuencias de fiar tu vestimenta a unos japos enamorados del universo manga.

Del ámbito europeo vamos a rescatar la camiseta local del Werder Bremen del año 1994.

En esta ocasión la combinación de colores es acertada porque no se mezclan colores incompatibles (como el rojo y el verde en el caso anterior). Sin embargo, los diseñadores no se comieron mucho la cabeza, hicieron una camiseta a rayas blanquiverdes y le fueron quitando las rayas verdes de ciertas zonas dejándose guiar por la arbitrariedad.

Bola extra: Venga, que se que teníais ganas de volver a verla:

Primera parte del museo de los horrores