
Kiko Narváez, en Mata-dor
Es algo que me suele ocurrir cuando escucho un comentario que está de la realidad a los mismos kilómetros que hay de Jerez de la Frontera a Massachuset. “Es que aquí no gano nada, me voy a otro lado, esto no forma parte del éxito”. Está reflexión que hizo García Pitarch sobre Torres me retorció el estómago y mi alma atlética. Por eso me he puesto manos a la obra. Por eso y por el cariño que todos los atléticos, ATLÉTICOS, le tenemos al Niño (a pesar de que el de Fuenlabrada es inmune a desvaríos de esta índole). Los rojiblancos sentimos como nuestros el éxito y el crecimiento de Fer allá por donde vaya. Tenemos muy presentes que el ‘9’ de La Roja tuvo durante años la posibilidad de irse a otro club y se agarró al Calderón, algo que mamó de pequeño y que por esa pedigrí colchonera arriesgó a pesar de poder caer lesionado, de hecho casi ni pasa el reconocimiento médico con el Liverpool porque se jugó el tobillo (¡me suena!) al intentar devolver al Atleti a la elite.
Muchos nombres se ponen como ejemplo e hipótesis de la fidelidad a la rojiblanca. Pero teniendo las oportunidades de salir que tuvo Torres, cuántos hubiesen aguantado como él tantos años, arriesgándose no progresar como lo hizo nada más llegar a Anfield. Muy pocos o ninguno. O sólo él. No sé porque lo ha hecho Suso, si es porqué lo lleva en la sangre, lo de la mascletá, digo, pero Fernando era, es y será uno de nuestra familia. Un feto biológico rojiblanco que se diferencia de mí en que yo fui adoptado, pero que sintió, siente y sentirá los colores por más que muchas veces cueste mucho sentirlos. Como todos los canteranos llegó al primer equipo a coste cero y dejó 36 millones de euros en caja. Firmar por más de 20 millones de euros a figuras contrastadas lo hace hasta mi sobrina Carlota con 20 meses, pero no se ha sacado ni una plusvalía a ninguna contratación desde la salida de Toni Muñoz.
No se puede aislar el Sentimiento Atlético. No se puede prescindir de la idiosincrasia. No se puede cargar contra una afición que se puede equivocar, como hizo al cachondearse de Pernía, pero que está confundida y harta de tantas decepciones. No se puede escupir contra un crío que soñó en los campos de tierra de Orcasitas con llevar el ‘9’ del primer equipo y lo consiguió devolviendo la ilusión de muchos colchoneros. No se puede prender una traca de manera tan innecesaria e injusta. No me deja de sorprender que alguien tan culto, con tanta facilidad de palabra y que, a diferencia mía, es un gran usuario del diccionario, haya tenido este lapsus. Ojalá solo se quede en un lapsus o en una efímera mascletá. Hay que respetar a los ídolos.
3 comentarios:
Y precioso vídeo en Cuatro (lo he intentado colgar, pero ha sido un fiasco):
http://www.cuatro.com/deportes/videos/fernando-torres-miles-corazones-ganados-liverpool/20090507ctoultpro_45/
Palabra de Crack(al que se le trato fatal por parte del club)y heroe del Doblete(al los cuales se les iba hacer un homenaje que quedo en agua de borrajas)Pero que sabra el señor Pitarch del sentimiento del Atletico de madrid.
Gracias por ponerlo
A mi Kiko...ni fú ni fá... pero bueno, razón no le falta... pa un día que habla claro...
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