La crónica: Stoke 1 - Liverpool 1 - Un mal peor que los americanos

Por Juan LFC. Por segunda vez esta semana se nos va un partido que ya estaba hecho. Fue en el último minuto cuando en un córner el Stoke empató un choque que había puesto de cara Kyrgiakos. No es el año y no hay que darle más vueltas. O sí. Porque lo de las jugadas a balón parado es llamativo y lamentable.

Jugadores subsumidos en el once del Liverpool: Reina en la portería; Insúa lateral izquierdo; Carragher lateral derecho; Kyrgiakos y Skertl centrales; Mascherano y Lucas en el mediocampo; Deggen banda derecha; Aurelio banda izquierda; Kuyt mediapunta; N´gog delantero. En la segunda parte salen Aquilani por N´gog (en el 86) y Maxi por Deggen (en el 77).

Mala suerte en forma de lesiones, malos arbitrajes y mala defensa. Estos son los tres factores que explican el por qué de otro empate más a última hora que nos condena como ya lo hicieran el de Lyon y el del pasado miércoles ante el Reading. Pero vayamos por partes.



Empezamos por la mala suerte. Yo ya no entiendo nada. A todas las bajas con las que viajábamos se sumó la de Daniel Agger. Desconozco lo que le pasa. O soy muy torpe navegando por la red o nadie dice nada de lo qué ha sucedido con nuestro mejor central, a día de hoy, único hombre de garantías ahí atrás. Cuando empecé a ver el partido y comprobé que no estaba, me eché a temblar. Alguien me dijo que los comentaristas de Sky habían apuntado que estaba lesionado. ¿Pero de qué? Ni idea. O a lo mejor se le dio descanso. Agradecería que alguien aportará algo de luz al asunto.

Seguimos por el árbitro. Menudo pájaro. Otro al que ya conocíamos. Como el del pasado miércoles. No ha pitado un penalty en la última jugada del partido. Jugada que por cierto, acabó con remate de Kuyt al palo. Pero esto debería ir en el apartado de la mala suerte. Y no voy a hablar del posible penalty a Leiva en la primera parte. El caso es que siempre nos arbitran tipos de un nivel bajísimo. Y a mí todo esto me recuerda al tema de la inmunidad de nuestros políticos. Cuando cometen una barbaridad de las suyas de corte corrupto, siempre son juzgados por las más altas instancias del poder judicial (vease Tribunal Supremo y demás). Sin embargo, uno puede ser un vulgar delincuente que comete un delito menor, incomparable con los miles de millones que puede haber robado el diputado o senador de turno, y tendrá que dar la cara ante un juez de poca monta. ¿Alguna vez nos puede arbitrar el equivalente algún miembro del Tribunal Supremo? Madre mía, que nivel tan bajo el de los trencillas ingleses que nos ponen. ¿Mano negra? Ahí lo dejo.

Y terminamos con la mala defensa. O siendo más concretos, con la mala defensa de las jugadas a balón parado. Para mí es un mal peor que los americanos y hoy creo que es merecedor de titular la crónica. Otra vez un córner. Y eso que hoy poníamos a Insúa debajo de los palos. Pero nada. Desastre total. Me acuerdo de Agger, es cierto. Y vuelvo al primer punto. Pero el miércoles estaba él. Y cada vez que colgaba un balón el Reading en los últimos diez minutos, buff. Así que vuelvo a este punto. ¿Pero qué pasa con este asunto? Nos está matando desde la primera jornada de competición. ¿No sabemos trabajar este apartado del juego o qué pasa? En mi vida he visto nada igual. Bueno sí, cuando entrenaba en tercera regional.



En definitiva, se van dos puntos en un partido siderúrgico donde hay que reconocer el esfuerzo de los chavales. Sin los mejores jugadores en liza, los nuestros tuvieron una buena actuación que les podía haber valido tres puntos. Sin embargo, veinte minutos finales horribles (igua que el miércoles) que nos hacen preguntarnos por qué no salió antes Aquilani si Mascherano y Lucas eran incapaces de retener la pelota en ese tramo del juego, nos hicieron sentir la frustración de tantas y tantas tardes este año. Una lástima y más si tenemos en cuenta el tiro al poste de Kuyt justo en el último suspiro, después de un centro maravilloso de Maxi. Alguien pregunta que si hay algo positivo. Pues yo creo que sí. Creo que Maxi y Riera van a darnos el juego por bandas que siempre hemos echado en falta.