
Juanma Trueba en as.com
El niño nunca ocultó sus colores. Llevar la bandera rojiblanca a Colón fue una declaración en regla.
Lo que hizo Fernando Torres el 30 de junio de 2008 fue un insólito acto de fidelidad. En el festejo por el campeonato de Europa, culminado con un gol suyo (lo que hacía imposible el segundo plano), el Niño, ya ídolo del Liverpool, se acompañó de una bandera española con el escudo del Atlético. Extasiados como estábamos, el gesto se perdió entre los chistes de Reina, el "viva España" de Xavi y las habilidades de Capdevila con los vasos de tubo. Sin embargo, el hecho merece ser recuperado ahora como testimonio del amor verdadero.
Para entender mejor lo sucedido hay que situar el acto en las coordenadas precisas. Imaginen la resaca y la euforia, la tensión liberada después de tres semanas de competición y 44 años sin ganar el torneo. En situaciones así los hombres se vuelven lenguaraces, inestables (ver a Güiza en la foto), asfixiantemente cariñosos y, sobre todo, sinceros. En tales circunstancias ningún error es mentira y ningún peligro parece demasiado.
Y aquí había riesgos. Mostrando el retrato de la primera novia, Torres bien podía haber sido amonestado por el Liverpool, que aquí ejerce de esposa. Y antes que en Hicks y Gillet (millonarios de película de los Hermanos Marx), pienso en Benítez con bata guateada y rodillo de amasar.
Exhibición.
En su viaje por La Castellana, Torres también pudo encontrar el reproche de algunos madridistas, getafenses, rayistas o transeúntes independientes (si existen), porque igual que se recomienda no mezclar la política con el deporte, tampoco se aconseja exhibir los sentimientos íntimos en las fiestas populares.
Pero lo hizo. Mientras otros lucían banderas autonómicas o recuerdos para mamá, el Niño se declaró español de patria grande y atlético de patria chica. Para que lo viera el mundo, incluido el condado de Merseyside.
Hay quienes se tatuan el nombre de una amada y tiempo después, jubilados los afectos, deben dibujarse un dragón donde ponía Carolina. Fernando Torres hizo justo lo contrario. Aceptó el traspaso pero no cambió la piel. Y llegado el momento de máxima expectación, hizo declaración pública de su amor. Otros alquilan aviones con pancartas que sobrevuelan playas para pedir la mano de una bañista o con ese mismo objetivo decoran profusamente los túneles de la M-30, te quiero Noelia. Se puede discutir la contaminación y el buen gusto, pero no hay quien niegue el romanticismo.
Debate.
Ahora que se cuentan las horas para la visita del Liverpool, en el Calderón discuten sobre el recibimiento a un Torres que quizá tampoco venga esta vez. No se comprende ni el debate ni el resentimiento, si lo hay. Se podría decir que desde el verano de 2007 el Atlético juega con once y un delantero en el Liverpool. Más que un traspaso aquello fue como abrir una embajada, como inaugurar tienda en Anfield. No fue mala operación: se ingresaron 36 millones de euros y se ganó un aliado que, queriéndolo o no, asegura la no intervención.
Si faltara de nuevo a la cita, que nadie se aflija. Es muy probable que Torres regrese tras el Mundial en autobús descapotable, acompañado de oso oloroso, madroño en flor y colchón a rayas. El Mundial lo merecería. Y el amor, también.
14 comentarios:
De La Vida en Rojiblanco:
El Ministerio de la verdad
Ennio Sotanaz
En 1949, se público por primera vez, esa joya de la literatura (y del pensamiento) llamada 1984 en la que originalmente se describía el funcionamiento del Ministerio de la Verdad, una institución administrativa “ficticia” al servicio del Ingsoc (Gran Hermano) cuya principal misión consistía en la reescritura y “actualización” constante de la historia de forma que esta estuviese siempre de acuerdo con los intereses del poder.
(...) Un tal Fernando Torres, un muchacho atlético hasta las trancas que se ha echado la institución a la espalda en el peor momento de su historia y que para muchos representa “el último mohicano” del colchonerismo histórico, decide un día largarse del club justificándolo en que lo hace para “mejorar” y desde el Ministerio se genera toda una campaña para condicionar el antes y el después de tan curiosa decisión que por supuesto acaba cuajando. La afición que llamó “cojo muérete” a un jugador como Kiko, que había bajado a segunda con el equipo pudiendo no hacerlo porque alguien pareció intuir que el gaditano quería irse del Atleti (supongo que en ese caso no sería para “mejorar”), es la misma que despide a Torres con vítores y palmaditas en la espalda y llena de camisetas de su nuevo equipo en el Vicente Calderón. Los conductores de la nave se hacen fotos con los protagonistas y vuelven a transformar en un éxito (¿mal menor?) lo que para algunos como yo supone lo peor que ha ocurrido en el Atleti desde que se bajó a segunda.
(...)
http://www.lavidaenrojiblanco.com/Opiniones/Y-los-suenos-suenos-son.-Por-Ennio-Sotanaz/El-ministerio-de-la-verdad
Emoticono meneando la cabeza.
Leí este texto antes y me encantoo!! le guste a quién le guste él nunca olividará ese equipo :P
Lo de Torres y el Atlético debería de acabar con varios goles del niño al equipo rojiblanco.
Me gustaría que la prensa española se dedicase más a criticar a Benítez, que ya hace tiempo que no me rio leyendo ninguna chorrada, ya que el tema Torres es repetitivo y poco más se puede decir.
Digo repetitivo, porque otra vez vuelven con los mismos temas, lo del debate, etc, que cuando nos enfrentamos en eliminatoria de la Champions...aburreeee
Yo del texto no me quedo con lo del debate eso me parece absurdo. Y a mi no me gustaría que fuera el precisamente quién le marcará unos cuantos goles la verdad.
El texto tiene un subtitulo y esta hecho sólo para que penséis si debe ser recibido como un antigüo héroe o no. Nada más.
Es todo lo mismo, ya que yo por ejmplo hablaría de gente como Le Tissier que siempre permaneció en el equipo de sus amores por muchas ofertas poderosas que tuvo (el Manchester United arrasaba y lo deseaba, pero él nunca quiso irse).
Lo de Torres, yo lo compararía (pero sin tener en cuenta su fichaje con el United) con Owen.
Era una leyenda, un Dios, un canterano que poco a poco fue creciendo y jugaban él y 11 más.
Se fue para avanzar futbolísticamente y ya está.
Lo que quiero decir es que es bonito que Torres siga siendo del Atlético de corazón, pero todo lo que esta saliendo en la prensa últimamente solo tiene la finalidad de crear el debate si debe ser aplaudido o abucheado en el calderón...lo que pasa es que te lo abordan de diferentes maneras para que no te des cuenta y así ellos ocupan espacio en sus columnas.
Lo de Owen quería decir, él y 10 más.
Que recuerdos aquellos de la época de Houllier y que no era criticada en la prensa, donde el juego era pelotazo a Owen y él se lo guisaba y se lo comía, en plan Juan Palomo (referencia al anuncio)...
Yo seré que soy tonta para estas cosas pero el artículo en sí me gusta lo que dice.
Torres colgará las botas, y se seguirá debatiendo sobre por qué se marchó. Al menos entre los atléticos. Hubo muchas cosas que se dejaron en suspenso. Aunque comprendo que ese tema pueda llegar a aburrir. Y que los periódicos lo estén utilizando para rellenar columnas y crear expectación a base de morbo.
Este blog empezó dando cabida tanto a los seguidores del Liverpool como a los del Atlético, y a los de la Selección. A algunos les puede interesar.
Es un poco tranquilizador que la mayoría de los atléticos se tomen el partido como un encuentro más, sin las implicaciones emocionales que tuvo el año pasado.
No me gustan demasiado las comparaciones con Owen, porque incluso antes de fichar por el Manchester United, despertaba odio y resentimiento entre los seguidores del Liverpool. Por otra parte, el Liverpool lo quiso retener, y él chantajeó de malos modos al club para que lo dejase marchar al Madrid (creo que fue todo el follón aquel de que amenazó con no firmar la renovación, y marcharse gratis al año siguiente). Por último, al pobre Owen no le han ido demasiado bien las cosas, desde que salió de Anfield...
¿Por qué siempre que el Madrid quiere a un jugador, logra convencerlo para que presione a su club de origen, de cualquier manera? Primero con Owen, y luego con Alonso...
Por mucho que lo intente, me costará ver a Torres como un enemigo, y desearle lo peor durante 90 minutos.
Soy la vergüenza del Atleticismo.(emoticono vergonzoso)
Sólo me quedará mentalizarme de que estas dos semanas lo voy a pasar mal; desear que sean dos partidos mágicos, en los que los dos equipos den lo mejor de sí mismos, y hasta el que pierda pueda sentirse orgulloso; y alegrarme por el que llegue a la final.
Bueno,creí que teníamos un patrón a seguir y ese era Torres.
Ojalá sea su noche mágica y meta 4 o 5 goles para que entre en la historia.
La comparación con Owen es clara, ya que lo mismo despertó Torres en parte de la afición rojiblanca, y que fue la consecuencia de tal debate, sino no lo habría.
Dicho esto, lo que hay que tener claro es que esta competición es la última oportunidad de conseguir que esta temporada sea recordada por tal triunfo y no como la temporada que no nos clasificamos para Champions. El Manchester City es el claro candidato.
Y por cierto, que se me olvidaba.
Lo único que pasó a Owen y que no le pasó a Torres fue que el Liverpool no lo quería dejar escapar ni de coña, ya que vuelvo a recordar que jugaban él y 10 más.
Entonces él dijo que había recibido amenazas de muertes, porque había dicho que le interesaba la oferta del madrid (me acuerdo hasta de que tal noticia fue acompañada por un video de él abriendo cartas o algo así).
Después dijo que tenía miedo, que no quería seguir, etc. Fue todo muy raro y se fue por la puerta de atrás, ya que todo el mundo lo quería retener.
Tuvo mala suerte con las lesiones sí, al final fichó por el United para poder encauzar su carrera futbolistica y se volvió a lesionar de gravedad...pero aún así fue el Golden Boy.
Entonces se creó el debate de cómo se iba a recibir, si como traidor o como un futbolista que quería volver a jugar al fútbol al máximo nivel, pero no se ha vuelto a repetir en cada partido que se han visto enfrentados ambos equipos...por lo tanto, lo otro, aburreee.
Sólo un pequeño detalle para terminar (entiendo que mencionar tanto los orígenes y los vínculos atléticos de Torres, pueda incomodar a los del Liverpool):
En el caso de Torres, hay debate porque hay sentimientos encontrados. Una parte de los aficionados manifiesta odio y resentimiento; y otros, todavía lo consideran un cachito del Atleti.
Pero en el caso de Owen, casi no hay debate. El 90% de los aficionados scousers que me he encontrado lo "odian". Lo odiaban incluso antes de que nadie pudiese imaginar que ficharía por el Manchester. A la hora de hablar de los grandes de la historia del club, mencionan a Fowler, Dalglish, Rush... pero nadie se acuerda de Owen. ¿Por qué hizo tanto daño?
hala, ya podemos pasar a otra cosa;).
me ha encantado este artículo...incluso me ha emocinado... soy una romántica...
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