miércoles, 22 de diciembre de 2010

Resultado de la campaña solidaria


Ayer por la tarde fuimos 3 personas a dar el dinero recaudado a Lidia y su hija Denisa. Nos la encontramos con un semblante cansado de trabajar durante todo el día. Eran las 19:30 de la tarde. Justo en ese momento estaban escribiendo madre e hija la carta a los Reyes Magos.

Primero le entregamos dos bolsas de ropa, luego unos regalos para la niña, y después fuimos al coche a por una caja de esas que contienen vestidos, la cual se había rellenado de alimentos al estilo de una cesta navideña. La pobre Lidia ya no podía articular palabra, se le empezaron a humedecer los ojos al abrir la caja, y cuando se le entregó el sobre con el dinero recaudado (700 euros), se echó las manos a la cara comenzó a llorar y se abrazó fuertemente a uno de nosotros. Fueron casi 2 minutos llorando, mientras la pequeña Denisa se agarraba a la cintura de su madre, porque es muy tímida y desde que entramos a su casa no quería asomarse por vergüenza. Eso permitió que no se diese cuenta de los sollozos de su madre y los de un servidor que tampoco pudo contener las lágrimas de tanta emoción. No queríamos que la pequeña entendiera que aquello era un mal momento.

Lidia sólo atinaba a decir "Muchas gracias, muchas gracias." "Dios se lo pague." "No tengo palabras."

Por fin pude agarrarle la mano a la pequeña para darle un beso, porque no me podía ir de allí sin ese gesto de cariño. Le dije a Lidia que siguiera con la carta a los Reyes Magos, que ahora podía ser un poco más larga que cuando entramos al salón minutos antes.

Y casi sin poder dialogar, pues Lidia estaba bloqueada, sin palabras, nos volvimos a despedir todos con dos besos y un abrazo, no sin antes darle ánimos, y confesar Lidia que la gente se estaba portando estupendamente con ellas.

Cuando estaba sentado en el coche, la pequeña rubita ya se atrevió a soltarse de su madre y nos dijo adiós a la vez que movía la mano, con esa sonrisa de pícara.

Fue una situación la vivida momentos antes de gestos, de caras, sin palabras, porque no hacía falta más. Salimos de allí emocionados, recordando la cara requeteagradecida de Lidia diciéndonos adiós desde la puerta que da a la calle, satisfechos de haber llevado una pizca de felicidad a un hogar triste.

Lidia y Denisa, más tarde, cuando ya íbamos en coche camino de la capital, se dirigían a la casa de una vecina a dormir allí, pues desde hace unas semanas, al margen de limpiar casas, Lidia cuida día y noche de Filo, una mujer impedida. La anciana, que ya era cuidada por la mañana por Lidia estaba muy contenta con ella. Su empeoramiento hizo que su hija buscara alguien que se quedase también por la noche, y Filo, la anciana, pidió a Lidia que fuera ella antes que contrataran a otra persona. Eso les viene bien a todos. Filo está cuidada, Lidia puede dialogar con ella y está entretenida, sin comerse la cabeza y estar recordando a su marido, y puede aumentar sus pobres ingresos.

Tengo un amigo al que le tengo un gran aprecio, que vino de Madagascar llorando al ver a tantos niños pobres, pasando penurias. Le dije que por qué no se metía en una ONG conociendo su sensibilidad, su solidaridad, etc. Me dijo que tenía miedo de hacerlo, "porque hacer el bien 'engancha'". Él conocía a estudiantes que fueron a Madagascar para unos meses y llevan años allí ayudando a la gente, y cuando se tienen que volver a España porque se acaba el dinero, lo hacen llorando.

Ese abrazo de Lidia, esas lágrimas de agradecimiento, también deben llegar a los que habéis aportado dinero. Habéis dado una alegría en vísperas de Navidad a esta familia. Sentiros orgullosos de hacerlo. Sentir la alegría que yo tengo, compartir mis lágrimas, sus lágrimas, nuestra emoción, el abrazo de Lidia, su cara despidiéndose con los ojos enrojecidos, la sonrisa de Denisa jugueteando al lado del coche ajena a lo que estaba sintiendo su madre. Y esperemos que el padre de Denisa, desde esa estrella que Lidia le señala a su hija, haya sido testigo del amor que se tiene a su mujer y a su hija y que los donantes también habéis aportado.

"MUCHAS GRACIAS, MUCHAS GRACIAS" -estas palabras en castellano mal pronunciado y con voz temblorosa que repetía Lidia una y otra vez son también de los que habéis ayudado con vuestra colaboración para divulgar la campaña y con vuestras aportaciones.

Los que disfrutamos haciendo el bien nos sentimos unos privilegiados por haber experimentado una situación como la de anoche, y me es imposible no acordarme en estos momentos de algunas personas con mucho poder, que conocedores de esta campaña, prefieren seguir amasando dinero y mirar para otro lado cuando alguien necesita ayuda. Curiosamente la gente más humilde es la que más dinero ha aportado. Nadie tenía la obligación de hacerlo, al igual que nadie nos puede prohibir juzgar moralmente a los demás.

Yo admiro a algunas personas que no les sobra dinero y han hecho un esfuerzo importante para ayudar a esta pobre familia. Esas personas cuando hoy se levanten y se miren al espejo pueden sentirse muy orgullosos de no ser como ciertas personas que destinan más tiempo a especular y ser cada vez más poderosos en vez de disfrutar ayudando a los más desgraciados.

Un fuerte abrazo para los que habéis colaborado y Feliz Navidad de parte de todo el staff de TheKidTorres.

1 comentario:

Ivan dijo...

http://www.as.com/futbol/articulo/benitez-liverpool-le-apoya-quilon/20101222dasdasftb_37/Tes

Este articulo esta interesante... OJALA REGRESE... todo liverpool lo pide

aunque al maldito de hugson no le importe que su padre este en liverpool ojala se vaya benitez vuelveeeee