¿Alguien va a defender a Fernando Torres?

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Fernando Torres sigue siendo el blanco de las sorpresas repentinas de quienes piden a Negredo, Soldado o quién sea, en su lugar.

Fernando Torres no pasa por su mejor momento, pero el gran pecado del Niño, es el no haber sido jugador del Real Madrid o del FC Barcelona, sino del Atlético de Madrid y, como si fuera poco, El Principito Heredero jamás se prestó a ninguno de los rumores que intentaron endosarle: “si vuelvo a España, sólo jugaré en el Atleti”, puntualizó. O cuando el Kun coqueteaba con el madridismo, Torres salió con todo y comentó: “quizás no le enseñamos bien lo que significa jugar en el Atlético de Madrid”.

La paciencia que se le ha tenido a otros, mediáticamente hablando, no se emplea cuando uno de los nuestros no está en plena forma. Para que nos enteremos de una vez por todas, en un equipo nacional hay jugadores que necesitan revalidarse siempre y otros que están fuera de discusión.

Fernando Torres es un delantero de jerarquía contrastada y si el Chelsea pagó por él el dineral que todos sabemos y si Villas-Boas ahora, como Luis Aragonés o Vicente del Bosque antes, confiaron en él, simplemente es porque hablamos de ese tipo de jugador que está en el selecto club de los que merecen ser esperados.

El Niño, por cierto, más allá de los españolísimos que defienden más a Kaká que a él, por ejemplo, ha de volver a su nivel porque su capacidad está intacta y porque sus condiciones son esenciales para que España juegue al toque y al espacio, al pase horizontal y a la verticalidad de los movimientos del nueve.

Fernando no facilita portadas a los dueños de la verdad diaria, pero ha dado honor a los colores que tanto dicen defender. Sólo ocupan las trincheras del momento y el jugador que hace una semana no podía ponerse la camiseta del Real Madrid, hoy es crack mundial, de nuevo.

Y cuidado, que ya nos conocemos: que nadie piense que nos indigna la defensa de Kaká, un crack respetado y admirado siempre desde esta firma, pero sí molesta que juguemos a la patria cuando no vamos más allá del adjetivo oportunista de siempre. Mañana volverán las oscuras golondrinas porque está en la esencia de quienes no tienen convicciones.

Por su parte, que Fernando Torres sea menos respetado que Neymar en las mismas portadas, provoca cierto escozor, pero ¿a quién sorprende? No es oportuna esta defensa pero sí necesaria y convencida.

El Niño, su clase, su orgullo y la calidad que posee como el mejor nueve español de los últimos años: el que tiene reemplazantes sí, pero al que nadie supera.

goal.com