Hoy me apetece hablar de algo. Más que de algo, de alguien: un atlético, un rojiblanco de corazón, de los que lo son desde pequeños. Un atlético que comenzó su andadura deportiva tras las rayas rojas y blancas, y el oso y el madroño. Un niño cuyo brazo portaba la capitanía de uno de los clubes más grandes de España, un niño que creció a la par que su sentimiento colchonero. Un jugador de fútbol que consiguió que, durante los 90 minutos que duró el primer partido que me llevó mi padre al Calderón, mi mirada no se despegara del dorsal número 9 ni un segundo. Un delantero que enamoró a una afición entera, y que cuando partió hacia Inglaterra allá por 2007 esa afición entera se hermanara con la de su nuevo equipo, el Liverpool. Un fuenlabreño que consiguió que cada hincha del Atlético se hiciera de los reds, sólo por él. Un niño que creció, y que ahora que es un hombre, sigue con esa afición apoyándole, tras él, ahora que está en el Chelsea. Una persona que aún tiene consigo la confianza de todos los que alguna vez le han visto jugar, de todos los colchoneros que saben quién es Fernando Torres, cómo juega Fernando Torres, de todos los que conocen su calidad y su gran juego, y que están al corriente de que todos los grandes tienen malas rachas. Ahora es tu momento Fernando, lo es al igual que lo fue hace 2 años, y confío en ti. Confiamos en ti. Nunca te des por vencido, eres muy muy grande Fernando. Forza Atleti, y con ello Forza Torres siempre.
2 comentarios:
Muchos no atléticos también estamos con el siempre.
Cierto Davinia ... y muchos otros estamos a miles de kilometros pero le queremos y apoyamos desde siempre :)
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