El diagnóstico fue inmediato. “Fernando Torres no está realizando los entrenamientos adecuados“, analizó Rafa Benítez tras dos sesiones de entrenamiento como entrenador del Chelsea. Una de las principales tareas que le ha encomendado Roman Abramovich al técnico español a su llegada a Stamford Bridge es recuperar a El Niño. Benítez ya logró exprimir al máximo a Torres durante su etapa en el Liverpool y la rumorología inglesa apunta que precisamente ese motivo habría sido del detonante para que el magnate ruso confie en un entrenador odiado por su propia afición. Abramovich asume como algo personal obtener rentabilidad de la inversión de 50 millones de libras que realizó en enero de 2010 para cerrar el fichaje de Fernando Torres y no le importa que otras piezas caigan por el camino.
Tanto es así, que, según la prensa británica, el origen de los enfrentamientos entreRoberto Di Matteo y Abramovich y que acabó desembocando en la destitución del técnico italiano habría sido el propio delantero italiano. El dueño del Chelsea se negó a fichar otro delantero pese a las peticiones de Di Matteo porque consideraba que ya había un delantero de primero nivel en la plantilla y situación explotó cuando Torres se quedó en el banquillo durante la derrota ante la Juventus que consumó el ridículo europeo del vigente campeón. Por esto, una de las prioridades, posiblemente la más importante, de Rafa Benítez es conseguir que Fernando Torres recuerde al delantero que brilló en Anfield. Y lo primero que ha hecho el técnico español al llegar a Stamford Bridge ha sido diseccionar el estado de El Niño.
Con apenas dos sesiones de entrenamiento Benítez facilitó la resolución de su análisis. “Fernando Torres está en buena forma. El problema es que no se está entrenando con los ejercicios que mejor se le adaptan. Debe trabajar más la fuerza en el gimnasio“, explicó el ex del Liverpool. La tesis cobró fuerza cuando Vincent Kompany y James Milner vapulearon a Fernando Torres cada vez que éste les reto en velocidad. Hasta el momento se había pensado que los problemas de El Niño cara a puerta estaban en la falta de puntería, carencia de confianza o bajo estado de forma. Benítez, por el contrario, ha señalado en la dirección opuesta. El problema está en el modo de trabajo. Y la solución tiene nombre y apellidos: Darren Campbell.
El ex velocista británico, de cuyo cuello cuelgan un oro de Atenas 2004 y una plata de Sidney 2000, dedica ahora sus conocimientos a entrenar la velocidad de deportistas de élite. Ha trabajado con la selección inglesa de rugby y actualmente se encontraba en el Cardiff City, líder de la Championship (segunda división inglesa). El Chelsea ha recurrido a él en un último intento por recuperar a Fernando Torres. Y Campbell no sólo ha aceptado el reto, sino que está convencido de que lo superará con éxito. “Estoy seguro de que puedo recuperarle“, asegura tajante Darren Campbell, quien reconoce que aunque este tipo de entrenamientos funciona mejor en pretemporada ahora también tendrá efecto. La clave está en que Torres recupere su velocidad.
“Fernando tan sólo necesita dos semanas en las que no tenga que preocuparse por jugar el sábado y diseñaré un programa de entrenamiento de quince días con el que traeré de vuelta la mayor parte de su velocidad”, explica Campbell. “No se trata de un problema físico, porque Fernando está en una excelente forma. Podría necesitar un poco de pesas y mejorar la alimentación, pero los ejercicios se centrarán en ganar velocidad explosiva y potencia“, agrega. Campbell no tiene dudas de que el problema de Torres es esa pérdida de velocidad porque “cuando no eres tan rápido no puedes jugar como estás acostumbrado, pero lo sigues intentando una y otra vez y eso es contraproducente”.
Entre la lista de ilustres clientes de Campbell destacan Craig Bellamy y Jack Rodwell, entre otros muchos deportistas de élite, y señala que en la mayoría de casos el origen del problema está en una mala planificación de un proceso de recuperación tras una lesión. En el caso de Fernando Torres sitúa el epicentro de su decadencia en el verano de 2010, tras el Mundial. “Cuando los jugadores se lesionan los entrenadores y fisioterapeutas tienden a trabajar la resistencia para que el jugador recupere la forma, pero no trabajan la velocidad. Y cuando esos jugadores basan su juego en su velocidad explosiva prácticamente les está obligando a aprender una nueva forma de jugar porque no pueden confiar en la que tenían antes“, expone el ex velocista, quien confiesa que está “100% seguro” de que su entrenamiento permitirá que en breve podamos ver un nuevo Fernando Torres. Los síntomas empiezan a ser evidentes, y este fin de semana El Niño marcó dos goles en el triunfo del Chelsea, y ya había firmado otros dos contra el Nordsjaenlland en Champions esta misma semana. El Mundial de Clubes debe ser la confirmación de su carrera al pasado. Campbell está cerca de obrar el milagro y Roman Abramovich le estará eternamente agradecido.
Francisco Ortí
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