"Fernando es un jugador al que necesitamos. Es un delantero de mucha trayectoria, con mucha experiencia, y sabemos que es muy importante para nosotros y que hay que aprovecharlo en todo momento. Ha demostrado que cuando entra rinde el máximo para el equipo". El Atlético se rinde ante Torres, cuyos goles en los dos últimos desplazamientos ligueros, ante Villarreal y Levante, han supuesto puntos que se antojan fundamentales en la lucha por un puesto, el tercero de la Liga, al que aún no renuncia el Valencia.
"Es un jugador luchador. Da igual si el míster lo pone 90 minutos, 45, 15, 10 o 3... siempre está al máximo y eso es lo importante para nosotros". La frase, como la que abre este texto, corresponde a José María Giménez. El central uruguayo es uno de los que habla maravillas del internacional español. Son muchos los que no habían coincidido con él, son muchos los que ahora admiten su importancia para un equipo que llega tocado al final de temporada. Aunque sólo sea por haber aterrizado en enero, Torres no acumula buena parte del desgaste físico y psicológico que sí arrastran sus compañeros. Está fresco, por decirlo de forma simple.
Y eso introduce el debate sobre la titularidad, teniendo en cuenta además que Mario Mandzukic acumula tres meses sin ver puerta. Uno y otro han rotado en los últimos partidos, y en ese sentido la tendencia apunta a que Fernando formaría en el once del domingo ante el Barcelona, rival frente al que, en los cuartos de la Copa, firmó uno de los seis goles que ha festejado desde que volvió a vestir la rojiblanca. Simeone, sin embargo, dejó el domingo una frase para el debate: "Cuando el rival está cansado, Fernando rinde mucho mejor".
Atendiendo a esa idea Torres sería un revulsivo, papel que el cuerpo técnico considera no puede cumplir Mandzukic, pero por otro lado están los méritos que viene haciendo últimamente e, incluso, la posibilidad de jugar buscando espacios y velocidad a la que el Barcelona pierda la pelota. El Atlético comenzará mañana a preparar el que será último choque de la temporada en el Calderón. Respecto a la hinchada pocas dudas caben: en el recuerdo quedan las 45.000 personas que acudieron a la presentación del Niño en una gélida mañana de enero.
El campeón de Europa y del mundo ha marcado siete goles al Barcelona en Liga. El primero de ellos llegó en 2003, hace más de una década. Uno de los duelos en los que no marcó, en 2007, sirvió para que madurara definitivamente la decisión de marcharse: fue aquél del 0-6, en el que buena parte de la hinchada daba por buena la derrota para que el Real Madrid no ganara el título. En ese sentido ya no hay duda alguna de cara al domingo -en el equipo nunca las hubo-, porque el Atlético necesita una victoria para certificar el tercer puesto y, con él, el acceso directo a la próxima Champions. En caso de caer, aparte de certificarse el alirón azulgrana, todo apunta a que la escuadra de Simeone tendría que jugársela en la última jornada ante un Granada que, por su parte, apuraría sus opciones de permanencia con el público de Los Cármenes volcado por la causa.
Marca.com
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