El ‘9’ compartió sus sensaciones después de un partido histórico: “El resultado es lo más importante y ahora hay que pensar en vivir grandes noches. Todo lo he vivido muy intensamente. El último año del Calderón y este estreno son momentos que van a pasar a la historia. Ha sido un honor hacer el saque con Gárate y un niño de la cantera, que ojalá haga el saque de honor dentro de unos años. Lo recordaré para siempre”.
En cuanto al primer gol, que corrió a cargo de Griezmann en el minuto 61, Fernando percibió alivio: "la gente se ha quitado un peso de encima con el gol de Antoine”.
En cuanto a su situación deportiva comentó que “En los últimos meses he aprendido a vivir cada partido como si fuera el último. No me preocupo por cosas que no puedo controlar. Ahora disfruto cosas que dentro de unos años echaré de menos. No quiero mirar más allá. Hoy puedo decir que he jugado en el Metropolitano. La responsabilidad ahora está en traer el alma del Calderón a este nuevo estadio”.
La competencia es alta dentro de una plantilla de gran calidad: “Nunca ha sido fácil para mí. Desde que empecé tenía a Kiko y Salva delante. Después llegaron otros, en Inglaterra otros... La competencia me hace fuerte. En esta segunda etapa siempre he empezado desde una posición de desventaja y por mi cabezonería he terminado jugando. Siento que puedo ser importante y que puedo jugar. Entreno para ello y si no juego, entrenaré mejor. Sólo me preocupo de lo que puedo controlar. Estoy seguro que en los próximos años llegarán grandes momentos a este club y lo quiero vivir desde dentro. No voy a bajar los brazos nunca. Es lo que me han enseñado”.
Por último ya sobre las imágenes para el recuerdo de la inauguración del Wanda Metropolitano Fernando considera que “Es complicado quedarse con un único momento. Me ha gustado ver a la afición, escuchar el himno, ver a muchas leyendas del club en la grada, recibir mensajes de aquellos que eran reacios al cambio y ahora están felices, el primer gol, el corear de los nombres... Ahora somos casi 20.000 personas más en nuestra casa y por eso tenemos que ser incluso más fuertes que antes”.
En cuanto al primer gol, que corrió a cargo de Griezmann en el minuto 61, Fernando percibió alivio: "la gente se ha quitado un peso de encima con el gol de Antoine”.
En cuanto a su situación deportiva comentó que “En los últimos meses he aprendido a vivir cada partido como si fuera el último. No me preocupo por cosas que no puedo controlar. Ahora disfruto cosas que dentro de unos años echaré de menos. No quiero mirar más allá. Hoy puedo decir que he jugado en el Metropolitano. La responsabilidad ahora está en traer el alma del Calderón a este nuevo estadio”.
La competencia es alta dentro de una plantilla de gran calidad: “Nunca ha sido fácil para mí. Desde que empecé tenía a Kiko y Salva delante. Después llegaron otros, en Inglaterra otros... La competencia me hace fuerte. En esta segunda etapa siempre he empezado desde una posición de desventaja y por mi cabezonería he terminado jugando. Siento que puedo ser importante y que puedo jugar. Entreno para ello y si no juego, entrenaré mejor. Sólo me preocupo de lo que puedo controlar. Estoy seguro que en los próximos años llegarán grandes momentos a este club y lo quiero vivir desde dentro. No voy a bajar los brazos nunca. Es lo que me han enseñado”.
Por último ya sobre las imágenes para el recuerdo de la inauguración del Wanda Metropolitano Fernando considera que “Es complicado quedarse con un único momento. Me ha gustado ver a la afición, escuchar el himno, ver a muchas leyendas del club en la grada, recibir mensajes de aquellos que eran reacios al cambio y ahora están felices, el primer gol, el corear de los nombres... Ahora somos casi 20.000 personas más en nuestra casa y por eso tenemos que ser incluso más fuertes que antes”.
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