Somethin' that means somethin, The Pharcyde
(thanks to RAWK, and those who post the Nando's interviews. Excuse my translations!)

Martín Samuel, en Dailymail.
Hay un verso en una canción de los raperos californianos The Pharcyde: “Voy a lanzar algo que significa algo”. Culturas diferentes, es verdad: hay un mundo entre Los Ángeles y Liverpool, vía la ciudad obrera de Fuenlabrada, en las afueras de Madrid; pero Fernando Torres seguramente puede reconocerse en ese sentimiento.
En una época en la que los futbolistas, voluntariamente, son tratados como mercancías de lujo, o utilizados para ganar elecciones o dar a conocer un negocio, Torres es diferente. No se siente cómodo siendo solamente una cara pistola a sueldo. Su primer club, el Atlético de Madrid, es objeto de una devoción que se llevará a la tumba, hasta el extremo de que no puede imaginarse jugando para otro equipo en España.
Cuando fichó para el segundo club, estaba motivado para desarrollar un vínculo similar; y ahora le ofrece la misma lealtad. Un cínico podría argumentar que simplemente está comprobando el tamaño de su camiseta; que el compromiso de un jugador importado, siendo además el fichaje más caro de la historia del club, no se puede comparar con la lealtad de incondicionales como Steven Gerrard o Jamie Carragher.
Quizás sea verdad; pero hay algo en Torres que le hace parecer sincero. No está tan desesperado por señalar cada dos por tres que ha renunciado a sus derechos de primogenitura. Cuando habla en (un excelente) inglés, todavía suena más español que scouser; pero las palabras que deja caer revelan a un hombre que busca más la afinidad que un club de millonarios unidos azarosamente.
Torres también quiere lanzar algo que signifique algo.
Hace poco, en esta semana, subió a un podio como uno de los jugadores que formaban parte del quinteto de los mejores futbolistas del mundo, reconocidos por profesionales y entrenadores. Cristiano Ronaldo recibió la mayor aclamación, pero Torres no parecía desentonar junto a su compatriota Xavi Hernández, Lionel Messi del Barcelona, y el hombre cuyo nombre está dominando los periódicos y tabloides alrededor del planeta, Kaká.
En estos días, incluso en los campos de entrenamiento de Melwood, donde los jugadores del Liverpool se están preparando para afrontar dos partidos seguidos contra sus rivales locales del Everton, en la Premier League y en la FA Cup, la posibilidad de que el brasileño sea traspasado al Manchester City por 100 millones de libras domina las charlas en el vestuario. Entra dentro de lo posible que Torres, que cumplirá 25 años en marzo, pueda ser requerido un día para considerar una oferta similar. ¿La aceptaría?
“No creo”, dice Torres. “El Manchester City no es el equipo apropiado para Kaká. Seriamente, ¿cómo van a pagar 100 millones de libras por Kaká?
“El Manchester City debe jugar primero la UEFA o la Champions League, porque, hasta entonces, no imagino cómo ningún jugador querrá jugar con ellos. Los grandes jugadores quieren ganar trofeos; y el Manchester City ni siquiera está peleando por títulos en Inglaterra, cuanto más en Europa. Está luchando por mantenerse en la Premier League, o alcanzar la mitad de la tabla.
“Primero tienen que construir a partir de lo que ya tienen, y entonces luchar contra los clubes más grandes; y después, quizás, un gran jugador quiera unirse a ellos. El Chelsea ya era fuerte en la Liga, antes de que empezara realmente a fichar grandes estrellas. Ahora, todo el mundo quiere jugar para el Chelsea; pero no era así cuando Roman Abramovich acababa de llegar. Se hizo un equipo fuerte, y entonces vino todo lo demás.
“Pero ahora, no puedo imaginarme a Kaká jugando para el Manchester City. Sería un contrato fantástico, sí, pero hay cosas más importantes que el dinero. Un jugador quiere ser recordado por lo que ha ganado, por las medallas, por lo que le dio a su club.
“Imagínate diez años después de haberte retirado; echas la vista atrás, miras a tu alrededor, no estás en ninguna fotografía, no tienes medallas, ni trofeos: es como si hubieras jugado para nada. Puedes tener un coche fantástico, una casa estupenda, pero, ¿qué importa?
La mayor ambición en mi carrera sigue siendo ganar la Copa de Europa. Quiero tener una foto de ese momento, para poder verla más adelante; quiero tener esa medalla. Puedes tener un contrato mejor que el de tus compañeros; pero ningún jugador mira por encima del hombro a los demás, y dice: “yo gano más dinero”.
Para Torres, no todo gira en torno a los asuntos financieros. Más que confortables ahora (un traspaso de 20 millones de libras puede hacer eso por ti). Vino al mundo en Fuenlabrada, una pequeña ciudad de las afueras de Madrid, conocida en la España machista por ponerle falditas a las figuras de los semáforos, en un intento de aproximarse al género femenino.
Hay un verso en una canción de los raperos californianos The Pharcyde: “Voy a lanzar algo que significa algo”. Culturas diferentes, es verdad: hay un mundo entre Los Ángeles y Liverpool, vía la ciudad obrera de Fuenlabrada, en las afueras de Madrid; pero Fernando Torres seguramente puede reconocerse en ese sentimiento.
En una época en la que los futbolistas, voluntariamente, son tratados como mercancías de lujo, o utilizados para ganar elecciones o dar a conocer un negocio, Torres es diferente. No se siente cómodo siendo solamente una cara pistola a sueldo. Su primer club, el Atlético de Madrid, es objeto de una devoción que se llevará a la tumba, hasta el extremo de que no puede imaginarse jugando para otro equipo en España.
Cuando fichó para el segundo club, estaba motivado para desarrollar un vínculo similar; y ahora le ofrece la misma lealtad. Un cínico podría argumentar que simplemente está comprobando el tamaño de su camiseta; que el compromiso de un jugador importado, siendo además el fichaje más caro de la historia del club, no se puede comparar con la lealtad de incondicionales como Steven Gerrard o Jamie Carragher.
Quizás sea verdad; pero hay algo en Torres que le hace parecer sincero. No está tan desesperado por señalar cada dos por tres que ha renunciado a sus derechos de primogenitura. Cuando habla en (un excelente) inglés, todavía suena más español que scouser; pero las palabras que deja caer revelan a un hombre que busca más la afinidad que un club de millonarios unidos azarosamente.
Torres también quiere lanzar algo que signifique algo.
Hace poco, en esta semana, subió a un podio como uno de los jugadores que formaban parte del quinteto de los mejores futbolistas del mundo, reconocidos por profesionales y entrenadores. Cristiano Ronaldo recibió la mayor aclamación, pero Torres no parecía desentonar junto a su compatriota Xavi Hernández, Lionel Messi del Barcelona, y el hombre cuyo nombre está dominando los periódicos y tabloides alrededor del planeta, Kaká.
En estos días, incluso en los campos de entrenamiento de Melwood, donde los jugadores del Liverpool se están preparando para afrontar dos partidos seguidos contra sus rivales locales del Everton, en la Premier League y en la FA Cup, la posibilidad de que el brasileño sea traspasado al Manchester City por 100 millones de libras domina las charlas en el vestuario. Entra dentro de lo posible que Torres, que cumplirá 25 años en marzo, pueda ser requerido un día para considerar una oferta similar. ¿La aceptaría?
“No creo”, dice Torres. “El Manchester City no es el equipo apropiado para Kaká. Seriamente, ¿cómo van a pagar 100 millones de libras por Kaká?
“El Manchester City debe jugar primero la UEFA o la Champions League, porque, hasta entonces, no imagino cómo ningún jugador querrá jugar con ellos. Los grandes jugadores quieren ganar trofeos; y el Manchester City ni siquiera está peleando por títulos en Inglaterra, cuanto más en Europa. Está luchando por mantenerse en la Premier League, o alcanzar la mitad de la tabla.
“Primero tienen que construir a partir de lo que ya tienen, y entonces luchar contra los clubes más grandes; y después, quizás, un gran jugador quiera unirse a ellos. El Chelsea ya era fuerte en la Liga, antes de que empezara realmente a fichar grandes estrellas. Ahora, todo el mundo quiere jugar para el Chelsea; pero no era así cuando Roman Abramovich acababa de llegar. Se hizo un equipo fuerte, y entonces vino todo lo demás.
“Pero ahora, no puedo imaginarme a Kaká jugando para el Manchester City. Sería un contrato fantástico, sí, pero hay cosas más importantes que el dinero. Un jugador quiere ser recordado por lo que ha ganado, por las medallas, por lo que le dio a su club.
“Imagínate diez años después de haberte retirado; echas la vista atrás, miras a tu alrededor, no estás en ninguna fotografía, no tienes medallas, ni trofeos: es como si hubieras jugado para nada. Puedes tener un coche fantástico, una casa estupenda, pero, ¿qué importa?
La mayor ambición en mi carrera sigue siendo ganar la Copa de Europa. Quiero tener una foto de ese momento, para poder verla más adelante; quiero tener esa medalla. Puedes tener un contrato mejor que el de tus compañeros; pero ningún jugador mira por encima del hombro a los demás, y dice: “yo gano más dinero”.
Para Torres, no todo gira en torno a los asuntos financieros. Más que confortables ahora (un traspaso de 20 millones de libras puede hacer eso por ti). Vino al mundo en Fuenlabrada, una pequeña ciudad de las afueras de Madrid, conocida en la España machista por ponerle falditas a las figuras de los semáforos, en un intento de aproximarse al género femenino.

El padre de Torres, José, trabajaba; pero su madre, Flori, dedicaba todo el día a acompañar a su hijo Fernando, de 10 años, al campo de entrenamiento del Atlético de Madrid en Orcasitas, un viaje bastante arduo.
“Teníamos que tomar un tren, después un autobús, y entonces atravesar un parque; y ella lo hacía dos veces al día”, destaca.

Torres tomó su devoción hacia el Atlético de su abuelo; y fue bien adoctrinado en lo que llevaba consigo seguir al bando perdedor. “Fue más por el sentimiento que por los resultados”, dice. Realmente, también por ser el club que vivía a la sombra del Real Madrid.
“Era muy dura la vida de un chaval aficionado al Atlético”
Torres continúa: “Los demás chicos, al final de la temporada, veían a su equipo bajo los focos, levantando trofeos. En el caso del Atlético, era diferente; pero creo que representábamos algo más: a los obreros de la ciudad, la gente que no tenía demasiado dinero, que tenía que trabajar duro para ganarlo, y que, cuando el trabajo terminaba, iban a ver a su equipo.
“Era magnífico. Desde entonces, lo que mi club represente es muy importante para mí. A veces, el Atlético se sentía pequeño porque al lado estaba el Real Madrid, probablemente el mejor club del mundo por trofeos y fama.
“Pero cuando estabas en nuestro estadio, era diferente. Allí podías ver que todo el mundo estaba orgulloso de su equipo, y que en esos momentos estaban a tu lado, y que entonces llegaba el lunes, y había que levantarse y volver al trabajo.
“El Real Madrid implicaba algo más. Glamour, grandes estrellas. Pero vengo de una familia obrera. El Real Madrid no significaba tanto para mí. Mi padre trabajaba todos los días, mi hermano y mi hermana tenían que viajar varias horas todos los días para estudiar: así que el Atlético era para gente como nosotros.
“Aún hoy día, no creo que pueda jugar en el Real Madrid. Creo que si tienes la oportunidad de jugar para el Real Madrid, probablemente tienes la oportunidad de jugar para otros muchos clubes también, por lo que preferiría a cualquier otro.
“Sería muy duro para mí vivir en Madrid con todos los aficionados del Atlético. Lo comprendo. Todavía me siento como un seguidor del Atlético; y cuando el Liverpool vaya a enfrentarse al Real Madrid en la Champions, jugaré como si fuera un aficionado colchonero.
Teniendo en cuenta todo esto, uno podría pensar que Torres conectaría mejor con los muchos evertonianos del Merseyside; pero cuando fichó por el Liverpool, conectó al instante con el ADN del club y de la ciudad: la manera en la que consigue ser grande, pero sin deslumbrar.
Torres tiene una imagen muy comercial, una página web, y un logo que consiste en un número 9 inserto entre su nombre y su apellido; pero tal parafernalia es la común para un deportista de élite en estos días. En todos los demás aspectos, permanece con los pies en la tierra, en una consonancia inquebrantable con su hogar adoptivo.
“El Liverpool es un club impresionante en reputación; pero en cuanto llegué aquí, me sentí como en el Atlético.”, dice. “Es una ciudad obrera, una ciudad honrada. La gente trabaja toda la semana, y el sábado quieren ir a Anfield y ver al mejor equipo del mundo. Tuve muchas ofertas en el mundo del fútbol, tuve muchos grandes clubes entre los que elegir: así que me decidí por algo más que el fútbol.
“La gente aquí, la historia, el modo en el que todo el mundo se une; veía eso, y pensé que teníamos la oportunidad de hacer que este club volviera a ser uno de los más grandes del mundo, otra vez.
“Ahora, siento que el Liverpool es mi equipo inglés, de la misma manera en la que el Atlético es mi equipo español. No me gustaría jugar para otros equipos ingleses, o españoles. Ese sentimiento es muy importante para mí.
Uno se acuerda inmediatamente de Ruud Gullit, que, siendo manager del Newcastle United, despreció la importancia del derby de las camisetas a rayas, porque Sunderland era una ciudad diferente. No hay posibilidades de que Torres cometa un error similar sobre la importancia que, para los aficionados del Liverpool, tiene cualquier partido contra el Manchester United.
Más bien, los jugadores importados del Liverpool pueden ser demasiado conscientes de las pasiones que despiertan determinados partidos, como demostró Javier Mascherano en Old Trafford la temporada pasada.
En una época en la que los jugadores besan el escudo una semana, y piden el traspaso en la siguiente, no obstante, es difícil desanimar a alguien que está intentando convertir un trabajo asalariado en una vocación.
“Cuando llegué aquí, sabía que el Liverpool era un club muy grande, pero eso era todo lo que sabía”, continúa Torres. “No te podía contar la historia, ni lo que significábamos; pero entonces pasé mis primeros tres días en un apartamento. No podía salir fuera porque estaba esperando mi examen médico, y todo se llevaba en secreto; así que el club me envió un montón de DVDs y libros sobre la historia del Liverpool.
“Ahí estaba yo con mi novia, intentando ver o leer algo, porque todo estaba en inglés; y fue así como me di cuenta de que era mucho más grande de lo que pensaba. Leí sobre Bill Shankly, Bob Paisley, Kenny Dalglish, Ian Rush, y me sentí orgulloso de poder compartir con ellos la historia del club.
“Cuando estaba en el Atlético, me nombraron capitán con 19 años, lo que realmente fue demasiado precipitado. Significó mucho para mí; y me disgustaba cuando la gente que venía no sabía nada sobre nosotros, nada de nuestra historia; no entendían qué hacía a nuestro club diferente.
“Echando la vista atrás, deberíamos haber hecho lo que el Liverpool, porque si conoces tu club, sabes lo que significa, y estás orgulloso de ello; juegas mejor, porque significa algo para ti.
“Tienes que saber para qué club estás jugando, o de lo contrario, sólo juegas para ti mismo. Cada vez que me pongo la camiseta del Liverpool, sé que es más que un mero partido de fútbol.
Los matices van surgiendo con el tiempo. Torres dice que, cuando llegó, su objetivo era ganar la Champions League; pero los locales le pusieron rápidamente en el camino correcto.
“Ellos decían: “No, no. La Premier League, debemos ganar la Premier League.”, señaló. “Así que ahora también pienso de la misma manera. Conozco este club. Sé lo importante que es ganar la Premier League después de 19 años. Sé que si el Manchester United gana la Liga esta temporada, serán 18 títulos para nosotros y otros 18 para ellos, algo que no podemos dejar que ocurra.
“Sé que aunque el Arsenal y el Chelsea sean grandes rivales, el partido más importante de cada temporada es el derbi contra el Manchester United. También sé lo importante que es ganar contra el Everton.

“Imagino que ganar la Liga aquí sería como ganar la Eurocopa con España después de 44 años. Nos convertimos en héroes del país, sólo 23 personas.
“Había 15 kilómetros desde el aeropuerto hasta el corazón de Madrid; y era como un mar rojo, millones de personas en el centro de la ciudad, todos con banderas de España; gente deteniéndose en el otro carril de la autopista para animarnos cuando nos cruzábamos con ellos, saliendo de sus coches.
“Teníamos que tomar un tren, después un autobús, y entonces atravesar un parque; y ella lo hacía dos veces al día”, destaca.

Torres tomó su devoción hacia el Atlético de su abuelo; y fue bien adoctrinado en lo que llevaba consigo seguir al bando perdedor. “Fue más por el sentimiento que por los resultados”, dice. Realmente, también por ser el club que vivía a la sombra del Real Madrid.
“Era muy dura la vida de un chaval aficionado al Atlético”
Torres continúa: “Los demás chicos, al final de la temporada, veían a su equipo bajo los focos, levantando trofeos. En el caso del Atlético, era diferente; pero creo que representábamos algo más: a los obreros de la ciudad, la gente que no tenía demasiado dinero, que tenía que trabajar duro para ganarlo, y que, cuando el trabajo terminaba, iban a ver a su equipo.
“Era magnífico. Desde entonces, lo que mi club represente es muy importante para mí. A veces, el Atlético se sentía pequeño porque al lado estaba el Real Madrid, probablemente el mejor club del mundo por trofeos y fama.
“Pero cuando estabas en nuestro estadio, era diferente. Allí podías ver que todo el mundo estaba orgulloso de su equipo, y que en esos momentos estaban a tu lado, y que entonces llegaba el lunes, y había que levantarse y volver al trabajo.
“El Real Madrid implicaba algo más. Glamour, grandes estrellas. Pero vengo de una familia obrera. El Real Madrid no significaba tanto para mí. Mi padre trabajaba todos los días, mi hermano y mi hermana tenían que viajar varias horas todos los días para estudiar: así que el Atlético era para gente como nosotros.
“Aún hoy día, no creo que pueda jugar en el Real Madrid. Creo que si tienes la oportunidad de jugar para el Real Madrid, probablemente tienes la oportunidad de jugar para otros muchos clubes también, por lo que preferiría a cualquier otro.
“Sería muy duro para mí vivir en Madrid con todos los aficionados del Atlético. Lo comprendo. Todavía me siento como un seguidor del Atlético; y cuando el Liverpool vaya a enfrentarse al Real Madrid en la Champions, jugaré como si fuera un aficionado colchonero.

Torres tiene una imagen muy comercial, una página web, y un logo que consiste en un número 9 inserto entre su nombre y su apellido; pero tal parafernalia es la común para un deportista de élite en estos días. En todos los demás aspectos, permanece con los pies en la tierra, en una consonancia inquebrantable con su hogar adoptivo.
“El Liverpool es un club impresionante en reputación; pero en cuanto llegué aquí, me sentí como en el Atlético.”, dice. “Es una ciudad obrera, una ciudad honrada. La gente trabaja toda la semana, y el sábado quieren ir a Anfield y ver al mejor equipo del mundo. Tuve muchas ofertas en el mundo del fútbol, tuve muchos grandes clubes entre los que elegir: así que me decidí por algo más que el fútbol.
“La gente aquí, la historia, el modo en el que todo el mundo se une; veía eso, y pensé que teníamos la oportunidad de hacer que este club volviera a ser uno de los más grandes del mundo, otra vez.
“Ahora, siento que el Liverpool es mi equipo inglés, de la misma manera en la que el Atlético es mi equipo español. No me gustaría jugar para otros equipos ingleses, o españoles. Ese sentimiento es muy importante para mí.
Uno se acuerda inmediatamente de Ruud Gullit, que, siendo manager del Newcastle United, despreció la importancia del derby de las camisetas a rayas, porque Sunderland era una ciudad diferente. No hay posibilidades de que Torres cometa un error similar sobre la importancia que, para los aficionados del Liverpool, tiene cualquier partido contra el Manchester United.
Más bien, los jugadores importados del Liverpool pueden ser demasiado conscientes de las pasiones que despiertan determinados partidos, como demostró Javier Mascherano en Old Trafford la temporada pasada.
En una época en la que los jugadores besan el escudo una semana, y piden el traspaso en la siguiente, no obstante, es difícil desanimar a alguien que está intentando convertir un trabajo asalariado en una vocación.
“Cuando llegué aquí, sabía que el Liverpool era un club muy grande, pero eso era todo lo que sabía”, continúa Torres. “No te podía contar la historia, ni lo que significábamos; pero entonces pasé mis primeros tres días en un apartamento. No podía salir fuera porque estaba esperando mi examen médico, y todo se llevaba en secreto; así que el club me envió un montón de DVDs y libros sobre la historia del Liverpool.

“Cuando estaba en el Atlético, me nombraron capitán con 19 años, lo que realmente fue demasiado precipitado. Significó mucho para mí; y me disgustaba cuando la gente que venía no sabía nada sobre nosotros, nada de nuestra historia; no entendían qué hacía a nuestro club diferente.
“Echando la vista atrás, deberíamos haber hecho lo que el Liverpool, porque si conoces tu club, sabes lo que significa, y estás orgulloso de ello; juegas mejor, porque significa algo para ti.
“Tienes que saber para qué club estás jugando, o de lo contrario, sólo juegas para ti mismo. Cada vez que me pongo la camiseta del Liverpool, sé que es más que un mero partido de fútbol.
Los matices van surgiendo con el tiempo. Torres dice que, cuando llegó, su objetivo era ganar la Champions League; pero los locales le pusieron rápidamente en el camino correcto.
“Ellos decían: “No, no. La Premier League, debemos ganar la Premier League.”, señaló. “Así que ahora también pienso de la misma manera. Conozco este club. Sé lo importante que es ganar la Premier League después de 19 años. Sé que si el Manchester United gana la Liga esta temporada, serán 18 títulos para nosotros y otros 18 para ellos, algo que no podemos dejar que ocurra.
“Sé que aunque el Arsenal y el Chelsea sean grandes rivales, el partido más importante de cada temporada es el derbi contra el Manchester United. También sé lo importante que es ganar contra el Everton.

“Imagino que ganar la Liga aquí sería como ganar la Eurocopa con España después de 44 años. Nos convertimos en héroes del país, sólo 23 personas.
“Había 15 kilómetros desde el aeropuerto hasta el corazón de Madrid; y era como un mar rojo, millones de personas en el centro de la ciudad, todos con banderas de España; gente deteniéndose en el otro carril de la autopista para animarnos cuando nos cruzábamos con ellos, saliendo de sus coches.
“Fue extraño. Después del primer partido, cuando vencimos a Rusia 4-1, pensé que sería como otro campeonato para nosotros, cuando empezábamos jugando bien, pero no conseguíamos nada.
“Entonces, cuando ganamos los otros partidos del grupo, empezamos a creer en nosotros mismos; y el punto de inflexión fueron los cuartos de final contra Italia. A lo largo de la historia, Italia siempre había vencido a España. Teníamos el partido, teníamos los jugadores, pero siempre perdíamos.
“Y entonces, cuando vencimos a Italia, y en los penaltis, creo que lo celebré más incluso que cuando ganamos la final, porque lo sabíamos. Esa fue la clave.
“Es lo mismo que con el Liverpool. Ganar contra el Chelsea, ganar contra el Manchester United, fueron los resultados que nos hicieron creer; si conseguimos un buen resultado en Old Trafford en Marzo, será como nuestro partido contra Italia”.
Y esto sería para Fernando Torres, ciertamente, lanzar algo que significa algo.
5 comentarios:
Es un chaval magnifico. Deberían leer esto los atléticos que ahora le llaman niñato o cosas peores.
Los atléticos hasta que comprendan la situación que viven no dirán nada con coherencia. Actualmente el club no está para aguantar a ningún crack en sus filas. Y si les molesta, que vayan a hablar con Gilmar y Cerezo. Yo ya estoy cansado de hacer ver a la gente el cáncer de este club con gráficas, datos y documentos para que la mayoría siga en su mundo de la Sra. Rushmore. En el momento que hubo una sentencia de culpabildiad por parte d eun juez y aquí no pasó nada, sólo cabe en mi la esperanza de que venga un Abramovich y nos revitalice, aún con todas las consecuencias que eso pueda tener.
PD: La entrevista es muy buena. Más por parte del entrevistado que del entrevistador.
Son 4 pelagatos que le llaman niñato... Siempre será atlético, no hay nada más que añadir... si marca en el Bernabeu será uno de los momentos más esperado por los atléticos, haber como lo celebra...
Saludos!!
Te voy a decir una cosa Luis
Los que le llaman Niñato
No le han visto en el campo y si en una television la cual no dejaba ver lo pedazo jugador y persona que era
y decirle al Periodista q el Atletico no es un equipo perdedor
por que un equipo que tiene 9 ligas,9 copas del rey,1 recopa,1 Intercontinental poco perdedor puede serlo
y por favor como en todo este mundo no generalizar por que esto es como si digo yo que todos los madridistas son unos chulos.Por favor
Lo que no entiendo es por qué estas declaraciones no las publican los medios españoles. Parece que sólo les interesa publicar lo que pueda llevar titulares maliciosos y dañinos, como aquel dichoso de "Torres le jura amor eterno al Liverpool".
Es muy interesante lo que cuenta sobre sus compañeros del Atlético, que llegaban al club sin saber lo que era. Da la sensación de que uno de los motivos porlos que se marchó, era porque estaba cansado del poco espíritu de algunos de sus compañeros, que se limitaban a hacer lo imprescindible para cobrar.
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